Narra Marinette:
*Pasajeros del vuelo 312 con destino a Londres, favor de abordar el avión por la puerta número dos*
Se escuchó por las bocinas de todo el aeropuerto. Al menos ahora sé a donde don dirigimos.
Iba a tomar mis maletas cuando el guardaespalda de Adrien me detuvo y él tomó las maletas para acomodarlas en el carrito.
-Señorita Marinette, Adrien; aquí tienen sus boletos de abordar- dijo Nathalie.
-¿Acaso tú no vienes con nosotros?- Preguntó Adrien mientras tomabamos nuestros boletos.
-No Adrien. Tu padre y yo los alcanzaremos mañana para la cena de apertura; así que solo irán con tu guardaespalda. Vayan directo al hotel y descansen; mañana necesitarán energía para probarse los trajes y hacer ajustes.
Dicho esto, los tres abordamos el avión. Yo me sentía nerviosa, puesto que nunca fui muy fan de viajar en avión. Subir a uno me causa mucho miedo.
-¿Te sientes bien?- Preguntó Adrien mientras abrochaba su cinturón.
-No. La verdad es que me da miedo subir a los aviones... así que no me siento muy bien que digamos.
-Tranquila, no pasará nada. Todo estará bien. Lo prometo.
-Gracias Adrien.- Dije mientras le mostraba una sonrisa tímida.
-No hay de que. Mira, si sientes miedo cuando despeguemos o durante el transcurso del viaje puedes tomar mi mano y cerrar los ojos.
-Jeje, eso haré.
Pasó un tiempo hasta que cerraron la puerta y dieron el anuncio de que el avión estaba apunto de despegar. Mi autoreflejo fue tomar la mano de Adrien y cerrar los ojos con fuerza como él me recomendó.
-Tranquila pequeña, estas a salvo.- Susurró a mi oído mientras me rodeaba con sus brazos. Me sorprendí mucho cuando lo escuché hablarme de esa manera.
Por alguna extraña razón sentí esa protección que solo se presentaba cuando estaba junto a ChatNoir.
Estuvimos así un rato, mientras el acariciaba mi cabeza de forma delicada, hasta que el sueño me venció y me dormí sobre las piernas de Adrien.
(...)
Narra Adrien:
Marinette se veía tan linda durmiendo. Parecía una niña inocente e indefensa.
Vaya que la amaba; y mucho. Cayó rendida y se quedó dormida sobre mis piernas.
Aprovechando las horas de viaje, recordé cada uno de los momentos que he vivido con ella:
La mala primera impresión que tuvo de mi por un mal entendido, cuando le di mi paraguas y logré explicarle lo que en realidad pasó, cuando jugamos videojuegos en su casa y me regaló su amuleto de la suerte y su fiesta de cumpleaños donde yo le regalé también un amuleto que yo mismo hice.
Cuando recordé eso, miré su muñeca. Efectivamente, lo usaba... igual que yo.
Poco a poco también fui víctima del sueño y caí en los brazos de Morfeo.
(...)
Narrada Marinette:
Comencé a despertar poco a poco y me di cuenta que estaba sobre las piernas de Adrien.
¡QUE VERGÜENZA!
Me levanté inmediatamente y arreglé mi cabello. Para despejarme me coloqué los auriculares y me puse a observar por la ventana. La vista era maravillosa, pero eso no eliminaba mi pánico a volar. Las canciones sonaban mientras las horas avanzaban.
Adrien recargó su cabeza en mi hombro. Vaya que estaba cansado.
Pasó otra hora y por fin llegamos a nuestro destino.
Bajamos del avión y nos trasladamos al hotel, el cual era hermoso. Como no, si Gabriel Agreste fue quien eligió el mejor lugar para hospedar a su hijo y hospedarse él.
-Marinette, si gustas puedo llevarte a tu habitación para que descanses y en cuanto te sientas listas podemos ir a comer algo.
-Claro Adrien, muchas gracias. ¿Mis maletas las subiré yo o lo hará tu guardaespalda?- Bromeé un poco recordando la situación en el aeropuerto de París.
-Jajaja, no. El botones es quien lo hace- dijo mientras señalaba a un muchacho de al menos dos años mayor que nosotros que sacaba las maletas del auto y las acomodaba en uno de esos carritos para transportarlas.-Entonces ¿Vamos?
-Si claro
¡Vaya!
Si el exterior era impresionante, por dentro era de ensueño. La puerta era giratoria (Como en casi todos lados, pero a mi me impresionaba aún), columnas de color blanco enormes, un candelabro brillante colgando en medio de la recepción, un pequeño espacio con sillones individuales y una pequeña mesita en el centro; y por último, un piano enorme de color negro el cual tocaba un señor de una edad avanzada.
-Buen día, ¿Joven Agreste?- salí del trance que me tenía el hermoso lugar para dirigir mi vista a una señorita vestida con traje azul marino (muy elegante) que estaba frente a nosotros.
-Si, soy yo- respondió Adrien extendiendo la mano la cual fue estrechada por la joven.
-Perfecto, ella debe ser su acompañante ¿Cierto?-
-Asi es, Marinette. Un gusto- Saludé de la misma manera que Adrien.
-Siganme, les mostraré su habitación.
La seguimos por la recepción hasta el elevador y luego por un largo pasillo hasta entrar a una habitación el doble de grande que la recepción.
-Esta será su habitación, haré que el botones suba las maletas de ambos lo antes posible para que se instalen.
-Espere, ¿Compartiremos habitación?- pregunté aún sin creer lo que dijo
-Así, el señor Agreste pidió que ambos estuvieran en la misma habitación, ¿Hay algún problema?
-Yo... no, ninguno. Si así lo pidió el señor Agreste no importa- respondí sintiendo el color en mis mejillas.
-Está bien. Bueno, con permiso
Y se fue.
Me sentía algo incomoda y confundida. ¿El señor Agreste pidió que su hijo y yo nos quedaramos juntos? ¿Porque?
-Marinette- dijo Adrien detrás mio- Sobre la habitación, fui yo quien pidió quedarnos juntos en la misma habitación. Espero que no te moleste.
¿QUE ÉL PIDIÓ QUÉ?
NO PUEDO CREERLO. Adrien Agreste, ¿Qué hiciste?
Continuará...
Bueno amigos y amigas, eso fue todo por el día de hoy, espero que les haya gustado y si fue así; por favor voten, comenten y compartan la historia.
Yo soy Ana Luisa Morsdecks y nos estaremos leyendo hasta la próxima.
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(TERMINADA) embarazada de un superheroe (+17 Años)
Fanfictionhistoria MARICHAT NARRACION DE MARINETTE: no lo puedo creer....ME ENAMORÉ DE UN SUPERHEROE dejé de amar a Adrien despues de 3 meses de amistad con chat (creo que en ese momento me empezé a enamorar de chatnoir) pero... apesar de todo... recibiré una...