La mañana de las decepciones.

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La mañana de navidad se suponía que debía ser feliz, con regalos, papá Noel, nieve, chimenea, familia...

Pero para Gerard y Mikey era la peor mañana de sus vidas.

–¿Mudarnos a Nueva York con ese idiota?– Preguntó el pelinegro pensativo mientras daba vueltas por su habitación, mientras Mikey estaba sentado en la cama, viendo cómo Gerard caminaba de un lado a otro.

–No puede hacernos esto...– Murmuró Mikey pensando en Bob.

–Pues... no me disgusta la idea.– Aquello que dijo Gerard hizo reaccionar al castaño.

–¿¡Perdona!?– Soltó Mikey indignado.– No sé tú, pero me gusta este sitio. Tenemos a nuestros amigos, ¿Los recuerdas?– Preguntó levantándose para ponerse frente a su hermano.

–¿Te refieres a los amigos que ya no hablan entre sí? ¿A los que no hemos visto en días, semanas? ¿A ESOS?– Preguntó el pelinegro enfadado.

–¿Qué pasa con Frank?– Preguntó el castaño en un susurro.

–¿Qué pasa con él?– Preguntó Gerard.– ¡Ah ya! ¿Te refieres al chico que me gustaba? ¿El que me utilizó para volver con su novia? ¿El que no siente nada por mí? ¿El que se fue porque me acosté con su hermana? ¿Ese Frank?– Preguntó con sarcasmo.

–¡Estás siendo un idiota!– Gritó el castaño desesperado.– Yo no quiero marcharme...

–¿Es por ese Bob?– Lo interrumpió el pelinegro.– ¡Mikey por dios! ¡Despierta de una vez y date cuenta de que el amor no existe y si existe es una mierda!– Le gritó.– A los tíos sólo les importa follar. Follar es lo único que tienen en la cabeza, y cuando consiguen eso de ti, te ilusionan y después se irán.

–Bob no es así, él me quiere.– Lo interrumpió con rabia.

–Eres un inocente, y eso te acabará matando. Bob sólo busca un poco de diversión, para después dejarte, como todos, es un capullo.– Mikey le dio una fuerte bofetada al pelinegro.– Eso... no cambia las cosas.– Terminó de decir Gerard llevando su mano derecha a la zona afectada.– Intento que no te pase lo mismo que a mí.– Murmuró Gerard bajando la mirada.– Por lo que a mí respecta, sólo tengo unos cuantos amigos con los que me seguiré escribiendo, pero Frank no es uno de ellos, estoy harto de ser siempre el bueno. Deberías hacer lo mismo, por tu estabilidad mental y emocional.– Después de aquello, salió de la habitación para empezar a empacar sus cosas, se iban en una semana.

Mientras, Mikey pensaba cómo, cuándo y dónde se lo diría a Bob.

***

Lau se despertó sabiendo que Shey no estaría ahí para abrir los regalos de navidad juntas. Era la primera navidad que pasaba sin ella, pensaba que al menos estaba con Sixteen, pero no era lo mismo, para nada...

Decidió dormirse nuevo, sabiendo que al día siguiente se tendrían que marchar de nuevo con sus padres, pues esto sólo habían sido unas vacaciones de invierno.

***

Bob estaba frente a la casa de los Way, con los regalos de Mikey en la mano. Estaba nervioso, al fin vería a Mikey después de mucho tiempo...

Llamó al timbre y esperó... pero quien abrió no fue su querido novio, sino Gerard.

–¿Qué quieres?– Preguntó el pelinegro de forma borde.

–Vengo a ver a Mikey.– Le respondió el rubio de la misma forma.

–¿Dónde te has dejado a Frank?– Le preguntó, más bien para hacerle saber que sabía que el castaño se escondía en su casa.

Café, libros e invierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora