Café, libros e invierno.

BRYAR!!!

Ya había comido, me había duchado, y me había peinado... ¡y aún faltaba media hora para irme! "tranquilo Gerard" intento calmarme, pero no puedo... ¡voy al cine con Frank! por dios... los nervios los tengo a flor de piel.

Decidí tomarme una tila, a ver si así me puedo calmar un poco.

Estaba en el sofá, con mi taza, bien relajadito... encendí la tele y me tumbé, dejando la taza en el suelo. Estaba a puntito de dormirme...

Pero entonces, llaman a la puerta. Suspiro y me dirijo a abrirla con pesadez.

-hola.- me saluda Frank, quien estaba envuelto en un abrigo enorme y una bufanda.

-...¿hola?- le saludo dubitativo.- ¿no falta como una hora para que la película empiece?- le pregunto.

-sí... pero quería decirte algo...- ésto me asusta.

-¿el qué?- le pregunto enarcando una ceja.

-pues... llevas poco tiempo con nosotros... pero te has convertido en alguien... muy especial para mí.- me dijo.

-oh, bueno gracias... tú también eres importante para mí...- le dije sonrojándome.- ¿has venido antes para decirme ésto?- le pregunto, riendo nerviosamente.

-no... esperaba poder hacer una cosa... pero sin que te enfades o haya malos rollos...- estaba... ¿nervioso?..... nah.

-¿qué quieres hacer?- le pregunto. Parece que se lo toma como una invitación a que lo haga... porque... ¡se está acercando a mí! demasiado diría yo... está invadiendo mi espacio personal... levanta su mano derecha, y la posa en mi mejilla... está a una distancia muy, muy peligrosa... ¿qué pretende? me mira a los ojos, y baja su mirada a mis labios... se relame los suyos y se acerca más... ¡ME ESTÁ BESANDO! ¡OH SANTA MADRE DE DIOS! ¡LA VIRGEN! no me alejo, no hago nada, sólo me quedo estático... se separa un poco de mí.

-vamos Gerard...- y vuelve a besarme. Le respondo el beso... ¡LA VIRGEN POLLA, LE ESTOY RESPONDIENDO EL BESO! se siente tan cálido, tan genial... hay un concierto de los Ramones en mi estómago, una sonrisa estúpida en mi cara... ¿será ésto a lo que llaman "amor"?- eso es...- murmura sobre mis labios, haciéndome sentir su cálido aliento. Me empuja hacia el interior de mi casa, y cierra la puerta con el pié.

-Frank... ¿qué...- intento preguntarle qué pretende, pero me calla con un beso. Suena típico pero de verdad, mola mucho que te callen con un beso. Sin decir más, me dejo llevar.

Sin saber cómo, estamos ya en el sofá. Los besos (ahora con lenguas incluidas) son más apasionados, más sensuales, más... sucios, y me encanta.

-Frankie, Frankie...- le paro al sentir una de sus manos por dentro de mis pantalones.- no... no creo estar preparado. ¿no crees que vamos muy deprisa?- le pregunté. Él soltó una risita.

-dímelo tú, Gerard, es tu sueño.- lo miré extrañado.

-¿qué?

-despierta Gerard.- me susurró al oído, y después me dio un pequeño mordisco en la oreja.

········

Desperté en mi sofá, con la taza en el suelo y la tele encendida. Había sido un sueño... dios mío... estoy fatal como para soñar esas cosas con uno de mis mejores amigos.

Me levanté y llevé la taza (cuyo contenido ya estaba frío) a la cocina. Me pasé las manos por la cara para despejarme un poco... encima tenía un "problemilla" ahí abajo... ya me entendéis. Tenía que solucionar mi problema antes de que llegara Frank...