Cap.#68: "Recuerdo tu nombre"

65 2 1
                                    

Habían pasado años, no sabía exactamente cuántos pero eran años. Podía sentirlo en el largo de su cabello y en el poco vello facial que tenía. Desde ese día había portado una actitud demasiado distante, no iba al gremio salvo cuando estaba vacío y únicamente contaba con la compañía de Mira o Hana, pero no hablaba con ninguna. Salía a misiones largas a pensar en lo que había ocurrido, de vez en cuando dormía en la casa y siempre era recibido por una silenciosa nota de Happy que avisaba de comida en el refrigerador; usualmente pescado que el calentaba con su magia. No se enteraba de nada de lo que ocurría en su alrededor, ni siquiera reconoció a sus amigos los primeros días, después jamás volvió a saber de ellos.
Sabía que estaba mal.
Muy mal.
Todo su interior era un desastre, y no había nadie que lograra apaciguar ese mar de fuego que lo ahogaba, algunas noches se despertaba sudando y agitado, no lograba dejar de escuchar su voz a gritos llamándolo.
Lloraba.
Mucho.
Y luego volvía a dormir entre sollozos. No sabía lo que era, pero se estaba volviendo paranoico, y no podían ayudarlo. No quería que lo ayudaran, las veces en que lograban que le hiciera caso a Polyushca no era nada más que movimientos con la cabeza. ¿Su diagnóstico? "Había perdido la cabeza por una mujer muerta"
No podía sonar más frío y sin corazón, pero aunque doliera era la verdad. Y todo eso lejos de ayudarlo solo lo hacía sentir peor, el tenía una familia, pero por alguna razón ni siquiera recordaba el nombre de la que fue su esposa, se volvía loco con cada paso, con cada pensamiento...
No tardó mucho en entrar en absoluta depresion, de ahí se fue directo a la peor parte de las faces de duelo.
La culpa.

Y ahí estaba una vez más como siempre sentado en el tejado viendo como la luna buscaba la manera de alumbrar aún con la poca visibilidad que había. Respiro hondo y al exhalar pudo notar el vapor de su respiración, jamás había sentido cuando llegaba el invierno, pero esta vez lo sentía inusualmente más gélido; algo tocó su puerta, bajo con desinterés a abrir, encontrándose con un rostro poco común.

-Hola Natsu- dio una ligera sonrisa.
-Gray... ¿Que haces aquí?- pregunto confundido, Gray paso moviéndolo.
-Es Navidad y el cumpleaños de Lash, solo vine a traerte una rebanada de ambos pasteles- dijo dejándolos en la mesa.
-Gracias, puedes irte.
-Natsu, viejo ven conmigo... Te extrañan allá ¿Sabes? Todos quieren ver lo mucho que te creció el cabello.
-No quiero ir- contesto abruptamente. -Gray suspiro.
-Como sea no insistiré...- se marchó pero antes de cerrar la puerta susurró muy audiblemente -Si tan solo pensarás más en ella...- sin recibir respuesta se largó.

Una gota era lo que necesitaba.
En muchas ocasiones Natsu había pedido misiones sumamente mortales con la intención de no salir vivo en ninguna de ellas. Sin embargo de último minuto sacaba fuerza de quien sabía dónde para librar todas y cada una. No era lo suficientemente cobarde como para quitarse la vida el mismo, simplemente ya no le importaba. ¿Porque? Porque pensaba demasiado en ella.
Día y noche su imagen no se iba de su mente, lo invadía, lo corrompía y quebraba en mil pedazos. Pensaba mucho en lo que debió de haber sido, la culpa lo invadió a causa de ese pensamiento constante sobre ella, si tan solo dejara de pensar en ella por un minuto.
Eso es.
Tenía que dejar de pensar en ella.
Tendría que olvidarla a cualquier costo. No sería fácil, lo había intentado por años. Pero conocía una forma efectiva de acabar con su dolor.
Necesitaba borrar sus recuerdos, y si para eso tendría que borrar su vida, eso mismo haría.

-Natsu-san, buenas noches- lo saludo Hana con una sonrisa, él asintió y de inmediato fue a la libreria. Encontraría lo que buscaba a cualquier precio.

Estantería por estantería, busco en donde se le ocurriera hasta que al último lo encontró, un recuerdo fugaz llegó a su mente, por alguna razón pensó en ropa interior color rosa cuando lo vio. Meneo la cabeza y se dispuso a leer su contenido, tenía que conocer la manera de borrarlo, sabía que ahí se encontraba. Solo un detalle. Dio al libro el pensamiento equivocado.

Fairy Tail: Confusión TemporalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora