S.R.Cap #26: "-Ella... -Yo..."

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Natsu:

Pasamos un buen rato caminando hasta llegar a lo que según Misaki en un futuro serán las ruinas del laboratorio de Clove. Es todo muy obscuro. Casi me hace recordar a nuestra pelea con Tártaros, solo que en esta ocasión el castillo no flota ni hace ruidos raros; tampoco hay guardias y eso es lo más extraño de todo.

-Vaya, supongo que entonces todos podemos ir a pelear contra Clove ¿no?, eso es mejor- dijo Gray relajado rascándose la nuca.

-Pero... Esto arruina toda la estrategia, y él ahora lo sabe- dijo Misaki en guardia – Será mejor recurrir al plan B.

-Wow... ¡que sorpresa tan maravillosa tenemos aquí!- se escuchó una voz masculina a lo lejos, todos volteamos y justo en nuestro centro aterrizó con fuerza un hombre blanco de cabello rojo intenso y ojos totalmente negros, casi parecía una marioneta -No sabía que te alegrarías de vernos- dijo Misaki poniéndose al frente.

-Oh Misaki...- dijo en una sonrisa –Querida Misaki, no tienes ni la menor idea.

-Bueno puede que sea cierto, hasta donde sé. Secuestraste a tres amigas mías.

-¿Tres? Mmm... no, no creo que fuesen tres, yo más bien creo que son dos y se sienten culpables por la tercera y por eso fingen tener interés en rescatarla.

-Oh, no me vengas con eso- Se escuchó a Evergreen desde atrás –Todas y cada una de las que están atoradas en este recinto asqueroso son de nuestra familia.

-Yo no lo creo dulzura- contesto Clove sin borrar la sonrisa de su rostro –La familia nunca se abandona.

-Eso fue porque tu las secuestraste Clove, que mala memoria- dijo Misaki.

-No creo tener mala memoria Misaki, claramente recuerdo como una pequeña chica peliblanca me pedía ayuda para su venganza antes de que secuestrara a las otras dos.

-Eso es mentira- dijo Erza.

-Rayos, me descubrieron. A no ser que me crean con una pequeña prueba- dijo Clove chasqueando los dedos, de donde salió por detrás una Lisanna completamente distinta a la que conocemos.

Su cabello era ligeramente más largo, su vestido era de un morado muy muy intenso, casi negro, sus ojos antes azules ahora grises y de piel muy pálida. Simple y sencillamente, cuando apareció con esa sonrisa sádica y amenazadora detrás de Clove, todos supimos que no era nuestra Lisanna, pero lo que más desgarró a el gremio fueron las palabras.

-Oh, así que ya habían llegado. Se tardaron menos de lo que esperaba, han mejorado gremio- se miraba las uñas con desinterés antes de volver a colocarse el guante.

-Lisanna...- susurró Elfman viéndola con detenimiento.

-Oh, Elfman, hola no nos hemos visto en algún tiempo, ¿desde cuándo? Quizá... Desde que Lucy no ha aparecido- Eso último agrando su sonrisa mucho más de lo que me gustaría admitir.

-Lisanna... ¡Basta!- le dije con un tono de furia –Tú no eres así y lo sabes.

-Oh... Natsu...- me miró sombría, por un breve momento el brillo en sus ojos desapareció por completo –Me pregunto si aún ves la realidad de todo esto... porque... Lucy si lo hace.

-Tú...- me asombró mucho el comentario de ella, y a la vez me lleno de una furia que hasta yo mismo me desconocía. Apreté mis puños a tal grado en que mis nudillos se pusieron blancos y mi palma sangraba de las uñas que me encajaba.

-Bueno- dijo finalmente al gremio –Fue un gusto verlos de nuevo Fairy Tail, pero ahora debo de despedirme, necesito hacer una visita rápida a unas amigas mías- dicho esto un humo negro la cubrió y desapareció al instante.

Fairy Tail: Confusión TemporalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora