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Ignoren mis ediciones chafas de la plática entre el yash y el boiler jajaja quería hacer algo diferente :"v




Narrado por Tyler

Conducía hasta mi casa, y mientras lo hacía no podía dejar de pensar en el por qué le había dado mi número a ese chico. Creo que su nombre es Josh. Se portó tan insistente conmigo y en realidad no estaba interesado en tener una cita con él, ni con nadie más. De echo, no había tenido citas desde hace casi un año, ya no sabía que esperar en caso de que saliéramos.

Estaba tan distraído, con la cabeza en la luna que por poco y me paso la entrada de mi casa. Afortunadamente no fue así y pude estacionar el coche sin causar ni un accidente.

Apagué el coche y empecé a bajar las bolsas con la compra. Abrí la puerta principal de la casa y me encontré con mi madre mirando televisión con mi hija. A penas me vio ésta, se soltó de los brazos de mi madre y fue corriendo hacia mi.

— ¡Papiiiiiiiiiiiiii! ¡Al fin llegaste! — me agaché para poder recibirla con un enorme abrazo y dejar muchos besos en su mejilla.

— No me tardé mucho, ¿viste?

— "Clado que sí. — respondió mi pequeña haciendo un ligero puchero. Aún tenía algunas dificultades para pronunciar ciertas palabras.

— Claro que no. — contesté imitando el puchero que había hecho en el rostro. Ella rió y la cargue para ir a sentarme en una de las sillas de la cocina.

— ¿Trajiste mi cereal? ¿Puedo comerlo ahora? ¿Si si si si?

— ¿Se comió todas las verduras? — me dirigí hacia mi madre, quien seguía sentada en el sofá de la sala.

— Sí cariño, hasta repitió plato. — exclamó a lo lejos, lo suficiente para que pudiera escucharla.

Dejé a Violet sobre la silla mientras sacaba todas las compras de las bolsas de plástico. Abrí el cereal de "Lucky Charms" que había comprado, es el favorito de mi hija y podría comerlo a todas horas sin hartarse. El problema es que tiene demasiada azúcar, y como todo buen padre que se preocupa por su salud, solo se lo doy en porciones gentiles y no a cualquier hora.

Serví un poco en un tazón sin leche y se lo dejé sobre la mesa. Al instante en que lo vio, comenzó a devorárselo con gran rapidez.

— Come despacio. — le dije con dulzura. Volví a sentarme en la silla y dejé que mi hija se quedara sobre mi regazo en lo que seguía comiendo.

Con la mano libre, saqué mi celular de mi bolsillo y revisé si tenía notificaciones nuevas.

— ¿Puedes dejar ese aparato del demonio? — dijo mi madre acercándose. Rodé los ojos, como era costumbre cada vez que escuchaba algo que no me agradaba.

— Estoy esperando un mensaje.

— ¿De quién?

— Mi trabajo. — me apuré a decir. No tenía la confianza suficiente como para hablar de citas con mi madre.

Seguía clavado en mi cel cuando de pronto sentí que este vibró, y miré en parte superior de la pantalla, un mensaje me había llegado. El número aparecía como desconocido, aunque supuse que era Josh, por la obviedad en el mensaje. Guardé su contacto en seguida.

No sé cómo ni por qué pero mi corazón se aceleró al instante, mis manos comenzaron a sudar y mi cuerpo temblaba ligeramente. Tragué con dificultad y pensé por un instante si sería buena idea contestarle el mensaje de una vez.

No terminé de razonarlo y, por impulsividad, abrí su mensaje. Ya no tenía escapatoria, debería contestárselo en ese momento.

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Blue neighborhood [joshler] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora