Blue neighborhood [joshler]

➰18

e.e

— A-Ah, sssiii... uh, más duro J-Josh... — Tyler gemía como si fuéramos los únicos seres humanos del planeta.

Cuando le dije que fuera lo más discreto y silencioso posible pareció haber entendido todo lo contrario. Me prometió que trataría de no hacer ruido por Alice, pero obvio su promesa se había ido al carajo. Me sentía mal porque en verdad estaba disfrutando del sexo, pero no podía evitar pensar en si mi pequeña seguía despierta y estaba escuchando todo desde su habitación.

Alice nunca nos descubrió a mi y a Halsey teniendo relaciones mientras estuvimos casados, no tanto porque fuéramos listos y sabíamos cómo cubrirlo. Sino más bien porque en realidad, nuestra vida sexual se había esfumado por completo. Creo que el interés y el amor por la otra persona se había acabado desde antes que tomáramos la decisión de divorciarnos. Solo que ninguno dijo nada, por el bien de nuestra hija.

Ahora, existía la posibilidad de que Alice pudiera habernos escuchado. Cosa que esperaba con toda mi alma, no fuera así, porque entonces me tocaría enfrentar esa bochornosa plática con ella y sobretodo, tendría que hablarle también de los diferentes tipos de amor qué hay. No me molestaba tocar el tema, Alice además es muy inteligente y está consciente de las diversas ideas y opiniones de la gente. Pero vamos, ¿en serio debía hablarle de sexo?, ¿y entre dos hombres?, ¿y mentirle además que entre Tyler y yo no existía ninguna relación? Tiene ya 10 años, a esa edad no debería seguir creyéndose la ridícula historia de las abejitas.

Ser padre se convertía en una tarea cada vez más complicada.

Me sacudí todo pensamiento de mi cabeza y volví la atención en continuar dándole placer a mi adorado y sexy castaño. Me volvía loco la forma en como sus perfectas y redondeadas nalgas chocaban contra mi pelvis y mis muslos, la calidez de mi miembro dentro de él y la pequeña hendidura recta que se le formaba a lo largo de su espalda. Yo soy demasiado observador con esos detalles cuando hago algo que disfruto hacer y obvio el sexo no iba a ser la excepción.

Tyler intentaba ahogar sus jadeos y gemidos al morder la almohada de mi sofá, se sujetaba con fuerza de los brazos del enorme sillón, ambos respirábamos con rapidez y unas que otras gotitas de sudor resbalaban por nuestras sienes. Ya me sentía muy cerca del orgasmo e incliné mi cuerpo hacia adelante para poder alcanzar la oreja del castaño con mi boca. La mordí suavemente y dejé pequeños y cortos besos por todo su cuello, la piel de mi novio se erizó por completo y sentí como su vientre se contrajo, dando la señal de que se había corrido. Gimió mi nombre en alto por última vez y su rostro terminó apoyado sobre el suave tapiz del sofá. Un cosquilleo me recorrió por el abdomen y hacia abajo e instantes después eyaculé dentro de Tyler.

— M-Mierda... que bien se siente. — jadeé pesado y salí de inmediato para recostarme a lo largo del sofá. El castaño se dio vuelta e hizo lo mismo colocándose a un costado de mí y pidiéndome que lo abrazara.

— ¿Crees que la niña haya escuchado todo? — puse cara pensativa y torcí la boca.

— Tal vez ya se durmió. Normalmente se escucharía aunque sea un poco de ruido en su habitación. Sin embargo... — hice una pausa para mirarlo con una ceja alzada y Tyler frunció el ceño. — ignoraste por completo el hecho de que debiste ser más silencioso.

— No fue para tanto. — respondió encogiendo los hombros. — además, este vecindario es súper homofóbico. Si no les gusta, que vayan a otro lugar.

— Mejor dicho, la ciudad entera.

— Sí... pero qué más da, soy feliz contigo. — se aferró más contra mi cuerpo y comencé a hacerle cariños en su cabello y su rostro.