—¡¡JOSHUA!! ¡Josh, abre la maldita puerta! ¡¡Josh!!
Llegué tan rápido como pude a casa de Josh y en seguida me puse a tocar su puerta como todo un loco. La gente que casualmente caminaba por ahí se me quedó mirando con los rostros llenos de miedo y recibí una que otra mirada de extrañeza. Estaba haciendo el completo ridículo frente a todo el mundo, pero poco me importaba. Estaba furioso, desesperado, asustado, ansioso por recibir una explicación por su parte.
No llevaba tanto tiempo tocando la puerta pero esos segundos se me fueron haciendo cada vez más y más largos, lo hacía con tanta rapidez y fuerza que, si de verdad tuviera mucha fuerza física, la puerta ya se hubiera roto. Escuché unos pasos acercarse y me detuve por unos instantes, me costaba respirar por el frío que hacía y de lo agitado que estaba, mi corazón palpitaba con rapidez y mis pulmones se llenaban de aire que difícilmente podía expulsar.
El peliazul abrió finalmente la puerta y se presentó con unos shorts deportivos y sin camisa. Se veía algo agitado también, debí haber llegado a la hora de su entrenamiento físico.
Mientras Josh me sonrió amablemente yo me mantuve con el ceño fruncido y con una expresión de furia en general. Instantáneamente me saqué el abrigo y se lo tiré encima, al momento en que lo pasaba de largo y me adentraba a su casa.
—También me da gusto verte cariño. —dijo Josh con media sonrisa y cerró la puerta detrás de él.
—Tú... ¡¡tú!! —fueron las únicas palabras que pude emitir al momento.
—Yo... —respondió Josh y se me acercó con la intención de tomarme por la cintura, aunque me aparté al instante y me fui a recargar contra la pared de a un lado de su cocina.
—¡Eres un mentiroso! —se me escapó de los labios y apreté mis puños con fuerza. Debía calmarme porque mi respiración se hacía más pesada y me costaba respirar.
—¿Me quieres golpear? —el peliazul alzó una ceja y señaló mis puños cerrados. —si eso te hará sentir mejor, adelante.
—¿¡Por qué me ocultaste el secreto de tu hija!? —grité con todas mis fuerzas y Josh dio un sobresalto y juré verlo más pálido de lo normal.
—D-De... ¿qué demonios hablas? ¿Q-Qué hija?
—Oh no lo sé, tal vez podría ser... ¡¿AQUELLA CON QUIEN COMPARTES CON HALSEY?!
De pronto, lo único que podíamos escuchar era como nuestra saliva pasaba con dificultad a nuestras gargantas y nuestras respiraciones pesadas. De resto, reinaba un silencio tenso e incómodo. Josh me evitó la mirada y veía claramente morder su labio inferior, cosa que solo hacía cuando estaba nervioso o me ocultaba algo.
Me hubiera gustado decir que aproveché ese valioso tiempo de silencio para meditar sobre mi comportamiento y poder calmarme, pero no lo hice y en cambio, corrí hacia Josh y lo tumbé al suelo, quedando encima de él. Ni en mis sueños más locos podría tirarlo si quiera, pero pareciera ser que el peliazul había puesto el cuerpo tan flojo que no puso resistencia.
Como no llevaba puesta alguna prenda superior de dónde pudiera agarrarlo coloqué ambas manos sobre su pecho y comencé a llorar descontroladamente.
—¿Por qué me mentiste? ¿Por qué... ocultar a tu hija? —sollocé con un hilo de voz. —por qué Josh ¿por qué...?
—¿Cómo te enteraste? —preguntó con más serenidad en su voz pero aún con temor reflejado en sus ojos.
—Por Halsey. —ahora llevé mis dos manos a la cara y cubrí mis ojos mientras seguía llorado.
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Blue neighborhood [joshler]
FanfictionLa homosexualidad no está permitida en este vecindario.