Blue neighborhood [joshler]

➰11

— ¿Y qué debería de hacer con Jessica? — pregunté a uno de mis compañeros de trabajo mientras comíamos unos insulsos fideos instantáneos durante nuestro descanso.

Quise mantener el juego de la misma mentira que le había dicho a Maddy por la simple razón de que estaba muy seguro de ser juzgado por todos mis compañeros de trabajo. No me volverían a ver igual si se enteraran de que salí con un chico y no con una chica.

Patético. Pero así funcionaba esta sociedad, o sabias ocultarlo o tendrías que aprender a vivir con los comentarios y las críticas del resto. 

— Déjala ir. — comentó mientras limpiaba su boca con una servilleta de papel. — tú pediste que se dejaran de ver, ¿no? Ya habrán más mujeres ahí afuera Tyler.

— Sé lo que dije, pero me arrepiento... o eso creo. — dije haciendo una mueca. Era eso o solo sentía impulso por perder mi dignidad de a gratis.

— O también puedes darte un tiempo para revaluar la situación y ver si quieres seguir viéndola o no.

— Sí, me siento más tranquilo siguiendo ese consejo.

Mi compañero me sonrió amistosamente y ambos continuamos comiendo nuestro desastroso almuerzo en silencio.

Es decir, ¿qué más podría pasar si no pienso en Josh o no le escribo por un día? Si así pude estar por una semana entera, sin contar el día de hoy, sé que podré soportar el resto de los días manteniendo mi mente en completa calma, solo meditando las cosas de manera madura.

Dieron las 3 de la tarde, lo cual significaba el final de otra jornada más de trabajo, me despedí de prisa de todos y subí rápidamente a mi coche. Tenía la intención de llegar tranquilamente a mi casa para preparar el almuerzo de Violet, ya que ésta seguía bajo el cuidado de mi madre, pero otros planes se interpusieron frente a mí e interfirieron con el inicial. 

Conducía con las manos fuertemente pegadas al volante y sin apartar la vista de enfrente. Ni siquiera me di cuenta que tenía la radio en la estación de noticias que más odiaba escuchar. Mi mente entró en automático y en parte sentí miedo de poder atropellar a cualquier persona que se me atravesara o chocar contra algún otro coche u objeto. Supongo que iba manejando a gran velocidad porque en cuestión de segundos, ya me encontraba estacionado afuera de la entrada de la casa de Josh.

Me tomé un largo minuto para intentar reaccionar e irme de ahí, pero no pude, mi mente seguía en blanco y mi corazón latía a mil por hora. Debía ser un gran estúpido si creía que con eso iba a lograr algo por parte de Josh.

Ya decidido, bajé del coche y cerré la puerta de manera sigilosa, me acerqué hacia su puerta y toqué dando grandes golpes. Retiré mi mano en seguida y le di un pequeño golpe con la otra mano, como si no me perteneciera y ahora estuviera regañándola por algo que yo no hice.

Pensé nuevamente en si irme o no y me di vuelta para emprender la huida, pero la puerta se abrió de repente y apareció Josh, aunque no tenía muy buena cara y parecía no estar muy contento de verme. Sin embargo, yo quedé en un completo estado de shock al mirar que éste no traía nada más puesto que un short deportivo. Me sentí apenado al no poder desviar mi mirada de su estructural y desnudo torso, me mordí los labios por dentro pero no pude calmar los veloces latidos de mi corazón.

— Estamos a 10° grados, ¿no tienes frío? — pregunté. Fue lo único "inteligente" que se me ocurrió decir.

— Recién vuelvo del gimnasio. ¿Qué se te ofrece? — la expresión del peliazul ni siquiera cambió y eso me hizo ponerme más nervioso.

— Y-y-yo, eh... ¿puedo entrar?

Josh dio un suspiro y creí que en cualquier momento rodaría los ojos, aunque no lo hizo. Se apartó de la puerta y me dejó un espacio para que pudiera pasar, entré con la mirada baja y dando pasos inseguros. Escuché cerrar la puerta detrás de él y me paré a un costado de la sala, con mis manos entrelazadas al frente.