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Tyler reservó sus palabras hacia mí y estuvimos saludando y platicando con la gente de mi trabajo, quienes aceptaron muy bien al castaño. Perdimos de vista a Ray y Rick por un tiempo, y eso me ayudó a aclarar mi mente un poco. Había tenido un gran shock emocional al verlo.

Pasaron muchos años sin volver a reencontrarnos, ¿qué posibilidad había de vernos tras haber trascurrido ese tiempo?

Y peor aún, Tyler se había hecho muy buen amigo de él. Pero claro, supongo que su amistad no durará mucho más al descubrir que Ray y yo nos conocíamos. Y seguro Tyler tendrá la curiosidad de preguntar en dónde o cómo nos conocimos.

Bebí un poco, comí algunos de los aperitivos servidos en las bandejas de plata que llevaban los meseros, y me paseé por todo el gran salón de la enorme casa del señor Stump. Cualquiera se podría perder fácilmente si llegase a curiosear entre tantas puertas y pasadizos.

También me separé de Tyler por un instante. Lo perdí de vista minutos atrás y luego, volví a encontrarlo platicando muy a gusto con una compañera. Aproveché dicho momento para ir a buscar a cierta persona.

E intentar calmar mi mente.

—Hola. —dije a secas al aparecer junto a Ray, quien se encontraba recargado sobre un balcón de fino mármol. Miré hacia abajo y se podía observar el bello jardín colorido, repleto de arbustos verdosos y flores de toda clase y formas.

—Hola. —respondió y dejó caer las cenizas de su cigarrillo en un elegante cenicero. El señor Patrick era un hombre de muchos lujos y exageraciones que no me sorprendió ver el adorno.

—Hoooola. —volví a repetir y el pelirrojo se aclaró la garganta y sonrió ladino.

—No te lo voy a negar. Esto es incómodo Josh.

—Entiendo. —concordé y el silencio se hizo presente a nuestro alrededor. De no ser por todo el ruido que provenía de adentro del salón, esta situación todavía sería mucho más incómoda.

—Tyler estuvo aquí hace un rato. —continuó y pasé saliva tan fuerte que creí rasparme la garganta. —habló conmigo y me preguntó algunas cosas.

Solté el aire contenido de mis pulmones y me preparé para oír lo que debía decirme. Aunque, imaginaba las preguntas hechas por Tyler.

—Como pensarás, me preguntó hace cuánto te conocía y cómo lo había hecho. Le dije, y le dejé muy en claro que solo nos habíamos visto una vez. —Ray soltó una risita que me hizo estremecer y apagó la punta del cigarro contra el cenicero. —también me preguntó si había ocurrido algo entre nosotros.

—¿Entonces el sabe...? —exclamé con el miedo atorado en mi garganta.

—Tranquilo, no le dije que nos besamos. —Ray se volteó hacia mí y me sostuvo la mirada por unos segundos. Otra vez esa sensación extraña en el pecho me causó molestia. Sus ojos excepcionales fácilmente podrían iluminar cualquier noche obscura. —es una tontería ¿cierto?

—¿No haberle dicho? —puse énfasis en mi última palabra.

—¿Qué hubieras hecho tú en mi lugar?

Llevé la mano a mi barbilla y pensé en su pregunta por al menos durante un minuto.

Tyler no es un chico muy celoso, ni tampoco desconfiado. Hemos hablado un poco de nuestros pasados, y no se trata de ignorarlos, sino de aceptarlos y de recordar por qué somos las personas que somos ahora.

Ray me atrajo desde un principio. Hasta antes de conocerlo, creía sentirme cómodo solo con las mujeres. Y esa noche, descubrí un lado muy distinto de mí mismo. Y no se trataba de curiosidad.

Blue neighborhood [joshler] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora