La alarma del despertador empezó a sonar una, y otra y otra vez, emitiendo un sonido demasiado estruendoso y desagradable. Cubrí mis orejas con mis manos y metí mi cabeza debajo la almohada en un intento por ignorar el sonido.
Como no me dio resultado, sin salir de la cama estiré mi brazo hasta alcanzar el despertador y como pude lo apague. Jamás había visto uno tan moderno.
"¡Muy buenos días mis queridos y queridas radioescuchas! Tenemos muchos temas importantes qué hablar el día de hoy. También estaremos regalando tres boletos para..."
La radio se activó y un locutor de algún programa, que desconocía por completo, empezó a hablar con toda la energía del mundo. No le presté importancia y le di la espalda al buró de mesita en el cual estaba el despertador.
"Ya son las 9 con 5 minutos y arrancamos el programa de hoy con una dedicatoria especial. Sa... sal... Salomón de Cleveland, Ohio le dedica 'Cocoa hooves' de Glass Animals a su amor platónico. ¡Que tengas suerte Salomón!"
La canción empezó a sonar y me sentí aliviado de no tener que seguir escuchando la odiosa voz de ese locutor. A decir verdad, nunca había oído esta canción antes, pero debía decir que tenía una melodía increíble. Como una mezcla de sonidos tropicales con otros folks.
Sentí mucho frío y me acurruqué debajo las sábanas, aunque no me causó el calor que esperaba.
Desesperado, abrí los ojos aún adormilados y me percaté de la espalda ancha y pecosa que yacía a mi lado. Me acerqué sin quitarme las sábanas de encima y abracé a Josh por detrás, rodeando su cintura con mis manos y restregando mi rostro contra su espalda. Sonreí pequeño y volví a cerrar los ojos, sentí como su mano a penas se movió y la pasó cariñosamente por mi muslo, acariciando mi piel y haciéndome sentir calor.
Ya estaba listo para dormir nuevamente.
Hasta que mi cerebro mandó el aviso de que tenía que despertar con urgencia.
Y abrí los ojos como platos.
Me separé bruscamente de Josh y temí haberlo despertado, aunque éste no se movió ni un poco. Me enderecé y sentí el frío pegar contra mi cuerpo, al grado de sentirlo hasta en mis huesos. Traía el torso desnudo. No quise mirar debajo de las sábanas, pero lo hice. Ahí comprobé que estaba completamente desnudo.
Me jalé los cabellos intentando recordar qué carajos había ocurrido anoche. Mi cerebro palpitaba contra mi cráneo, provocándome un fuerte dolor. Maldita resaca.
Rápidamente recordé todos los hechos. Sabía que Josh y yo habíamos tenido una agradable cena. Luego pedimos vino. Gastamos la botella y quisimos comprar otra, que no se pudo. Josh dio la idea de ir a su casa a tomar otra copa y yo, de imbécil, le sugerí que fuéramos ese mismo día. Llegamos a su casa y seguimos bebiendo. Me insinuó ir arriba y terminé accediendo, nuevamente por imbécil. Estuve a punto de regresarme a mi casa pero mis malditas hormonas y mi maldito deseo sexual lo impidió.
Mierda, mierda, mierda.
Agarré mi celular y tenía miles de mensajes y llamadas perdidas. Solo tuve chance de revisar el último que recibí porque mi celular se quedó sin batería y se apagó.
Solo sabía que mi madre me buscaba en mi casa, y Violet andaba con la peor crisis nerviosa que le había dado. Deseaba morirme en ese instante, pero tenía responsabilidades que atender.
Salí tambaleándome de la cama y busqué mi ropa como pude. Toda estaba dispersada en distintos lados de la habitación. Me vestí sin tomarme la molestia de verme en el espejo, ya estaba por salir de ese cuarto cuando me di vuelta y vi a Josh aún en un profundo sueño. Decidí dejarle una nota con un papel que encontré por ahí. Ya que se la dejé ahora sí salí de ahí lo más pronto posible.
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Blue neighborhood [joshler]
FanfictionLa homosexualidad no está permitida en este vecindario.