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No tengo clases este lunes 7u7 alguien más no tiene? Bendita sea la constitución ahq


Tyler y yo oficialmente estábamos saliendo.

O al menos eso creía yo.

Después de habernos reunido en mi casa el resto de los días tratamos de frecuentarnos y salir a donde se pudiera, lo importante era vernos y pasar el tiempo juntos. Y así fue, incluso a pesar de nuestras ocupadas y apretadas agendas.

Aunque pasaron unas cuantas semanas sin que tuviera idea si Tyler y yo en realidad teníamos una relación. Por supuesto que en cada salida nos mostrábamos más cariñosos y atentos con el otro pero, ¿se seguía preguntando la "propuesta oficial" que volvía a la otra persona tu novio o novia? Ni siquiera con Halsey recordaba haberlo hecho. En fin que ninguno se animó a preguntar, cuando una tarde comíamos tranquilamente el almuerzo y se me ocurrió romper la tensión y la intriga haciendo la aclamada propuesta.

— ¿Quieres ser mi novio? — dije dejando los cubiertos a un costado de mi plato. El castaño tragó un bocado de su comida y extendió la mano sujetando una servilleta para limpiar un poco de salsa de la comisura de mis labios, proveniente de la ensalada que comía.

— Creí que ya lo era. — Tyler sonrió dulcemente mientras apoyaba los codos sobre la mesa y recargaba su rostro con sus manos.

— Ah. — solté sorprendido y sonreí también pero de lado. Los dos continuamos comiendo de nuestros platos. — esto es lindo.

A partir de ese momento, me di cuenta de que ya era muy old school preguntar algo como eso, al menos desde mi opinión. Pero fue divertido haber hecho el intento, me alegró saber que Tyler ya consideraba lo nuestro como una relación y no como citas casuales con un chico cualquiera.

A veces nos veíamos por largas horas y otros días el tiempo estaba muy limitado, por lo tanto solo podíamos pasar cuando mucho una hora o menos juntos. No me importaba, me fascinaba la compañía del castaño y con solo verlo y platicar con él me cambiaba el ánimo en seguida.

Nuestras citas eran muy variadas, y ese es uno de los detalles que más me hace disfrutar nuestra relación. Habíamos salido al cine y fuimos a cenar a restaurantes muy elegantes. Pero a su vez, ocurría todo lo contrario, pues las citas habían terminado siendo en mi casa, en el parque, en un café o en un restaurante súper sencillo. No caímos en la monotonía porque siempre teníamos un plan nuevo por cumplir, y Tyler está lleno de sorpresas, siempre logra sorprenderme hasta con el detalle más pequeño. Sin duda alguna, es una de las pocas personas que hacen de mi mundo un lugar mejor.

Pero no todo es "color rosa", como popularmente se dice. También habíamos pasado por momentos un tanto duros y complicados. Obstáculos que quizás más adelante podríamos librar con mayor facilidad, pero mientras tanto, las discusiones tomaban el papel de la relación e intentaban salirse de control, per tratábamos de que no fuera así.

El otro día, sorprendí a Tyler yendo a visitarlo al trabajo durante su hora de almuerzo. Casi se infarta cuando me vio, prácticamente me jaló de mi camisa y me encerró junto con él en el armario del conserje. Explotó ahí mismo y comenzó a gritar, explicando que no debí de haber venido y que podría meterse en serios problemas si nos llegaran a ver. No entendía absolutamente nada de lo que hablaba, o Tyler estaba muy alterado o yo muy mareado por los químicos y sustancias de limpieza de aquel infernal y pequeña habitación. El castaño respiró unas cuantas veces y cuando por fin logró tranquilizarse, habló con mayor comprensión.

— Ninguno de mis compañeros y ninguna de mis compañeras sabe que me gustan los chicos. — respondió Tyler y lo miré escéptico, como si se trata de una pésima broma.

Blue neighborhood [joshler] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora