thirty two

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La fiesta de año nuevo del Borussia Dortmund todos los años era en el Westfalenhallen, e iba a asistir prácticamente todo el equipo. Si bien ellos iban a sus respectivos países y ciudades a celebrar la navidad con sus seres queridos, la fiesta de año nuevo no era una fecha para pasar en familia, lo que todos buscábamos era una buena fiesta con mucho alcohol y buena música, y lamentablemente este año el sorteo me había escogido a mí para recoger todas las sobras el día 1 de Enero. Sí, pagaban a alguien para que limpiase, pero para hacer las cosas más divertidas y castigar al desafortunado, como tradición de año nuevo uno de nosotros se vestía de abeja y ayudaba a limpiar el lugar más expuesto a las cámaras. Se podía decir que era nuestra invocación de buena suerte para empezar el año.

El evento era de etiqueta, por lo que le pedí a Zoe que usara el vestido rojo que le había comprado, más que nada porque quería verla en ese vestido. Estaba seguro de que sería la mujer más hermosa de todo el lugar, todos y todas la mirarían, y aunque me pusiera celoso me daba igual, no la iba a mantener encerrada en una torre para que ningún hombre la mirara, lo más importante para mí era que ella se sintiera hermosa, y si para eso debía soportar esas miradas de deseo lo haría.

La otra Zoe se mudó con nosotros, yo se lo pedí, nos enteramos que estaba viviendo en una habitación y que prácticamente no tenía para pagar la renta, así que insistimos en que tomara una de mis habitaciones. En los pocos días que llevábamos viviendo juntos me di cuenta de que había madurado, ya no era la chica que chilló cuando la eché de mi casa ni mucho menos la que se pelaría con su hermana. Creo que tuvo que madurar con el embarazo, y lo había hecho bien.

Jenell y Zoe ahora eran inseparables, recuperaron ese lazo que tenían antes de todas las peleas, y me gustaba ver a Jenell tan feliz, con más vitalidad, incluso había obtenido un brillo en sus ojos que nunca había visto.

Mario llegó a Dortmund el 30, estaba feliz por haber visto a su familia, emocionado por la fiesta del día siguiente y todavía más emocionado por grabarme en el traje de abeja limpiando el desastre. Mis amigos eran diabólicos, hasta Gustav aprovecharía el iPhone 7 que le había regalado Emery para fotografiarme un montón de veces.

–¿Qué te vas a poner mañana?– le preguntó Jenell a Zoe, su hermana Zoe, que ahora le había puesto de apodo Zo, solo para no confundirme.

–¿Mañana? ¿Qué hay mañana?– frunció el ceño.

–¡La fiesta de año nuevo!– contesté obvio.

–Oh... no tengo planes, la verdad– se encogió de hombros.

–No sé que planeabas hacer, pero vas a ir a la fiesta con nosotros. Todo el equipo va a estar allí, algunos son agradables– tragó saliva nerviosa.

–No me gustaría ser una molestia.

–No lo serás– agregué y ella solo asintió.

Luego de eso Jenell nos arrastró a ambos para comprarle ropa a Zo, pero no era fácil buscar un vestido para una embarazada, más que nada porque estas eran bastante inseguras con respecto a su apariencia física, pero finalmente encontramos uno con el que ambas estaban conformes.

Al día siguiente pasamos un día normal hasta las ocho, todos nos arreglamos y partimos al Westfalenhallen. Zoe llegaría con Marc y Melissa, así que no tuve que ir a buscarla.

El lugar estaba atestado cuando llegamos, lleno de camarógrafos sobretodo, hambrientos de capturar una buena toma de los más famosos. Me quedé afuera a esperar a que Zoe llegara, y me extrañé cuando se detuvo una limosina. De esta salió Marc vestido de traje, le abrió la puerta a Melissa y posteriormente abrió la otra puerta, y juro que apenas Zoe se bajó me quedé helado, completamente sin palabras.

Se veía como una princesa, o una reina, ni idea.

Cuando compré ese vestido nunca imaginé que se le vería tan bien, pero sí, se veía magnifica, era la mujer más hermosa que había conocido en mi vida y la forma en que hizo later mi corazón cuando me sonrió fue demasiado. Tomé aire cuando empezó a acercarse.

–Te ves bastante guapo– dijo apenas se planteó en frente mío.

–Te ves preciosa... no creo que las palabras puedan decir lo que estoy pensando ahora misma– nuevamente se ruborizó.

Había descubierto que a Zoe le gustaban los cumplidos sinceros, que le dijeran que era hermosa en vez de sexy, que hablaran de ella y no tan solo de su cuerpo. Cada vez que le hacía un cumplido de ese tipo se ruborizaba y me recordaba a la vieja Zoe.

–¿Entramos?– extendí mi brazo y ella se afirmó de este.

Las cámaras casi me cegaron cuando entramos al recinto, pero no me importó, Zoe parecía feliz con la atención y realmente actuaba muy natural frente a la cámara.

Saludé a los compañeros que se me cruzaron por delante, todos adularon a Zoe, pero ella nunca reaccionó a sus elogios como reaccionó a los míos, y eso me hizo sentir especial, pero vamos, Zoe siempre me hacía sentir especial.

Comimos, bailamos, bebimos y hasta compartimos uno que otro beso, se sintió que por esa noche éramos una pareja auténtica, y lo pleno que me sentí fue satisfactorio. Quería a Zoe como mi novia, no iba a aceptar un no por respuesta e iba a esforzarme por lograrlo a como diera lugar.

En cierto momento nos separamos, y a la primera persona que logré encontrar fue a Zo, que lucía un poco pálida.

–¿Estás bien?– pregunté de inmediato, preocupado de que fuera algo relacionado con la bebé.

–Sí, sí– se estremeció–. Una pregunta, la chica con la que estás, es la que estaba en tu casa una vez que fuimos a... ya sabes, ¿no?

Mierda, obviamente se me había olvidado eso.

–Sí, solo no se lo menciones– frunció el ceño, mas asintió.

–¿Y dónde está?– me encogí de hombros.

–La perdí hace unos momentos– busqué con la mirada, pero solo vi a Emery y a Gustav besándose en un rincón y a Jenell junto a Mario, Auba y Alysha.

–Quizás esté en el baño– señaló los baños de mujeres–. ¿Quieres que la vaya a buscar por ti? Pareces extrañarla.

–¡Oye! ¡No te rías de mi situación!– se rió de todas formas–. Si no te molesta, lo agradecería.

–Vale, ven conmigo, sino la vas a perder de nuevo– asentí y nos abrimos paso entre la gente, hasta llegar a los baños. Zo entró y yo me quedé fuera, esperando.

Me pareció raro que ambas se demoraran tanto, creo que pasaron hasta un par de minutos, y yo ya me estaba preocupando, quizás le había pasado algo grave a alguna de las dos, aunque descarté esa idea cuando Zo salió del baño blanca como un papel y corriendo tan rápido que no alcancé a tomarla. Luego de ella salieron Zoe y Roman, con el pelo y la ropa desordenados, y él parecía un poco enojado.

Me tomó un par de segundos digerir la situación, pero cuando lo hice, un fuerte dolor en el pecho me golpeó. Nunca me habían apuñalado, pero se sintió como si así hubiese sido, dolió tanto ver a la mujer que yo amaba con otro que lo único que pude hacer fue darme la vuelta y dirigirme a la barra a por un trago, fuerte.

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Se viene una serie de tragedias exorbitante 😂

Les dejo una foto de Sara/Zoe con el vestido rojo, ES QUE NO PUEDO CON SU HERMOSURA XDIOS

Se lo dedico a la perra #1 o se Melani GXRETZK4 (te amo idiota #flolani)

Una encuesta: cuando termine LHG, les gustaría ver:

1.- LHG desde el POV de Zoe.
2.- Un fic de Mario
3.- Ambas
4.- Ninguna

(la cuarta está por si acaso lel)

Oficialmente se acaba el Sábado 28...

Let her go // Marco ReusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora