-Ju... Jules yo...
De repente, mi garganta estaba seca y mi lengua áspera como papel de lija. Una sensación inquietante subió por mi espalda para instalarse en mi pecho.
-Yo solo.. - habló él, sus ojos oscuros mirando con fijeza mi torso, como si pudieran ver más allá de la tela de mi blusa. - Yo...
-¿Señorita Brown?
La voz de la profesora me sobresaltó. Había olvidado por completo que ella seguía allí.
Volteé a verla, apretando mis costados con mis brazos, como si aquello pudiera defenderme de los ojos oscuros de Jules que perforaban mi espalda.
-Podemos dejarlo para otra ocasión... - propuso la mujer, delineando comprensión en aquellas palabras.
-¡No! - negué con rapidez, queriendo terminar con el asunto lo antes posible pero sin poder dejar de pensar en el chico a mis espaldas. - ¿Jules?
Un sonido bajo fue su respuesta y temblé al oirlo.
-¿Me esperas afuera? - pregunté con voz temblorosa y asustada.
¿Qué estaría pensando? ¿Estaría asustado de mí?
El sonido de sus pasos alejándose llegó a mis oidos como respuesta y la puerta se quejó al cerrarse, dejando que soltara un suspiro.
La sala permaneció en un silencio tenso y nervioso el cual no me atrevía a romper. Los personajes en sus cuadros observaban con atención y otros cuchicheaban entre ellos con alboroto.
Mis rodillas temblaron y me dejé caer en el asiento vacío dispuesto frente al escritorio, intentando mantener la compostura.
Todo tipo de emociones pasaban por mi pecho, pero el miedo resaltaba entre ellas, haciendo mis manos sudar.
-¿Qué tengo? - articulé, mirando mis manos con nerviosismo y vislumbrando la silueta delgada de la profesora de reojo.
La mujer tomó asiento frente a mi con desesperante lentitud, la luz que se colaba por las delgadas cortinas pronunció una alargada sombra de gato sobre el escritorio.
-No puedo sacar conclusiones a base de libros; se necesitan estudios para saber con certeza la situación a la cual nos enfrentamos, señorita Brown. - explicó, y levanté mi vista para encontrarme dos grandes ojos, rodeados de pliegues apergaminados, mirándome con un rastro de pena a través del cristal de sus anteojos.
-¿Qué tipo de estudios?
-Estudios clínicos, pero para realizarlos necesito expresamente la autorizacion de sus tutores y que esten al tanto de cada detalle.
Tragué con fuerza, sintiendo un sabor amargo subir por mi garganta.
-Debe hablar con ellos. - indicó la directora, entrelazando sus manos sobre el viejo escritorio. - Puedo traerlos si es necesario; hoy mismo enviaré un informe al Ministerio para informar del movimiento.
Asentí con lentitud, sin poder pensar siquiera en cómo hablaría con mamá, o en la reacción de papá.
-¿No tiene alguna idea de qué podría ser? - pregunté, sintiendo una repentina opresión en el pecho.
-Los libros no son una fuente completamente confiable, como ya dije. Prefiero conclusiones de especialistas, y creo que usted también, ¿no es así?
Solo pude asentir repetidamente, con nerviosismo.
Observé la sombra de gato que se proyectaba en la madera gastada, pensando en el azabache que estaría teniendo un ataque de nervios afuera.
-Ya puede irse, señorita Brown.
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Tercera Generación "La Batalla de las Cenizas"
Fanfiction¿Y si en realidad no todo ha terminado? ¿Y si la generación de los Potter está destinada a algo más? ¿Y si en las cenizas todavía hay brazas crepitando, escondidas en el polvo del olvido y el anhelo de la paz? Las desapariciones comienzan c...