Tercera Generación "La Batalla de las Cenizas"

Especial 1

N/A: He vuelto! Les dejé un mini extra casi al final de cap, disfrútenlo!

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Uno. Dos.

Repaso las prendas que he guardado en mi mochila, contándolas una por una, doblándolas una y otra vez, como si el mantener mis dedos en funcionamiento fuese a calmarme.

Los nervios no han dejado de marcar que tienen el control desde que he puesto un pie en Londres, y es que no tengo idea de las condiciones en las que me encontraré en Keint Guperts, tampoco del tiempo en que me quedaré allí, la única apuesta segura es que veré a mi gemelo después de lo que han parecido siglos.

Me dejo caer en el ahuecado colchón que me corresponde y suspiro, observando los reflejos de una mañana nublada colarse por las persianas cerradas. El ruido del tráfico de Londres hace que me sienta intimidado, y prefiero concentrarme en las frazadas remendadas y con particular aroma a gato.

Los ojos me pesan, y es que no tardamos mucho en encontrar un cupo de tres habitaciones disponibles en un hotel en las afueras de la ciudad que al parecer sirve de ultima opción para muchos turistas, pero mi noche de sueño resultó ser una verdadera pesadilla de guitarras eléctricas que el vecino debía de estrenar durante la madrugada.

Agradezco profundamente encontrarme solo en la habitación, ya que mamá y papá se han marchado temprano. Por otro lado, tía Ginny debe recogernos en unos minutos, y James...

-¡Ya vamos tarde, Lys!

James es un reloj andante en mal funcionamiento.

Volteo ante la mención de mi nombre, más no me sorprendo al encontrarme con un serio cabeza-de-llama, cuyos ojos parecen a punto de salir de su rostro ante las marcadas ojeras que invaden su piel, mas puedo notar un leve atisbo de felicidad en sus facciones.

Conozco tan bien el motivo de su exaltación que sería capaz de adivinar lo que está pasando por su cabeza. Si no fuera por la cantidad de veces en que lo he escuchado lamentarse, llamarse idiota y profanar en contra de lo que trae el ser un Potter, así como repetir una y otra vez la imposibilidad de sus deseos, diría que es solo una chica más, pero no. Para James nunca será una chica más.

Podría asegurar que mi mejor amigo es un libro abierto, pero yo solo tengo la ventaja de conocerlo desde mucho antes que pudiera pronunciar mi primera palabra, conozco a la perfección cada una de sus facetas, así como sus problemas.

-Bajo en un minuto. – respondo, intentando sonreír ligeramente, pero nada da resultado, mis pómulos parecen de plomo, y mi ánimo no mejora por más que lo intente.

Él parece notarlo y palmea mi hombro derecho.

-No he dormido nada. –dice, acercándose lentamente hacia donde yacen montones de ropa doblada sin mucha atención, junto a la mesa de luz deteriorada.

Asiento con lentitud, intentando doblar una sudadera de Las Brujas de Macbeth.

-Ese imbécil rocanrolero se las verá conmigo si se le ocurre tocar una sola nota...

Y como si lo hubiera escuchado, una fuerte melodía de heavy metal comienza a retumbar contra las paredes tapizadas y cubiertas de manchas de humedad.