¿Y si en realidad no todo ha terminado? ¿Y si la generación de los Potter está destinada a algo más? ¿Y si en las cenizas todavía hay brazas crepitando, escondidas en el polvo del olvido y el anhelo de la paz?
Las desapariciones comienzan c...
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- ¿Cómo? – preguntan atónitas, todas las mujeres cuyos ojos me observan con atención.
- Creo que estoy enamorada de Potter. – confirmo, mirando mis manos cruzadas sobre mi falda
- Pero ¿cómo...? ¿Por qué? – insiste Tessa, cruzándose de brazos a mi lado. Su cabello oscuro cae en enrulados mechones en su brazo derecho, contrastando como una espesa cascada contra su camisa clara.
Me encojo de hombros, angustiada, y sintiendo mi pecho oprimido.
-No lo sé.
-Quizás solo te gusta. Es lindo chico. – opina Ner, frotando sus manos en mis hombros, su tacto resulta reconfortante más no logra calmar el dolor palpitante.
- No, estoy segura de que no es eso. No es como con Tyler Wills. – niego, mi voz temblorosa y quebradiza.
- ¿Tyler qué? – pregunta con confusión Tessa, mirando con ojos entornados.
- Tyler Wills. ¿Mi obsesión de tercer año? – continúo, pero ella niega encogiéndose de hombros, perdida. Suspiro resignada. – Tuve que pagarle una túnica nueva de Quidditch a Oris Zusak para darle celos...
- ¡Ah! ¡El día en que perdiste tu dignidad! ¡Sí lo recuerdo! – interrumpe, triunfal y dando saltos divertidos que acompaña con aplausos y risas ante el recuerdo de ese fatídico momento de mi vida. – Y recuerdo también que vestías un ridículo gorro de flores multicolores porque querías llamar su atención, pero él...
- ¡Ya entendimos! – salto, avergonzada, aunque un poco más animada, mis comisuras se alzan y no puedo evitar sonreír ante el recuerdo de ese gorro de lana viejo. – Volviendo a lo anterior, es distinto. Por ejemplo, hoy, cuando lo vi con otra chica besándose en la Biblioteca... ¡lo acusé con la bibliotecaria! ¿En qué rayos estaba pensando?
- ¿Eso hiciste? – pregunta Joy, apartándose y tomando asiento en el suelo. Una sonrisa surca sus labios oscuros, y sus ojos verdes se achinan hacia arriba.
Asiento, limpiando mis mejillas húmedas.
-O en el pasillo, cuando me ayudó a recomponerme... lo sentí diferente. – digo, pero me detengo al ver las sonrisas divertidas en sus rostros. Tessa ríe, esquivando los golpes de Ner, quien me observa atentamente. - ¡Oigan! ¡Esto es serio! – chillo, pero Joy y Tessa ríen con ganas.
– Deberías hablarlo con él. – propone la castaña de ojos claros sentada a mi lado, su mirada seria.
-Ni en broma. – niego, abrazándome el pecho con mis manos. – Él ya dejó muy en claro que sería solo un nombre más en su larga lista de amoríos.
- ¿Eso te dijo? – pregunta la morena, sus cejas alzadas en dos pronunciados arcos. Me limito a asentir, dolida. - ¡Es un maldito...! – comienza, pero su boca se cierra de repente, y se inclina hacia mí. – De verdad lo siento, pero lo mejor será que te olvides de Potter.
