Capítulo 42: A las armas

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-¿Ejército? ¿Estás de broma? - inquirió Ben, mirando a su hermana con los ojos espantados. - No sobreviviríamos ni dos días ahí.

Raphina lo miró dubitativa, sin saber cómo reaccionar al respecto. Hace dos minutos había estado asustada, pero ahora sentía el pecho hinchado de algo similar a la adrenalina.

Jamás había presenciado alguna reunión del ejército, su tía siempre se había esmerado en mantenerlos a ambos al margen, pero ahora era diferente. La gente quería que ambos dos se involucraran.
No sabía exactamente qué significaba eso, ¿matar? ¿Asustar gente? ¿Qué era exactamente lo que el ejército de Tía Delph hacía? Se percató de que no sabía por qué luchaban. No sabía nada.

-Y es por ello que inciarán sus entrenamientos esta misma tarde. - respuso la mujer, con calma, apretando las manos de ambos con las suyas, trantando de dar ánimos. - Me he dado cuenta que alejarlos de la realidad no es lo correcto. Deben saber qué ocurre. Apoyar la causa tanto como su gente. Necesito que se involucren.

Y, sin embargo, en su interior sabía que algo allí no cuadraba, algo no era del todo cierto como su tía le decía. Una voz instintiva que refutaba cualquier señal de confianza que alguien allí pudiera transmitirle. Ni siquiera Benjamin podía espantar aquella voz.

-¿Necesitas? - resaltó Ben, y Raphina no conocía ese tono alto. Parecía en verdad molesto. - ¿Acaso somos parte de tu estúpida campaña?

-Ben...

-¡No, Raphi! - la calló él, sus ojos furiosos. Raphina jamás lo había visto así. Se volteó a su tía, soltando su mano con torpeza. - ¿Así cuidas a tus sobrinos? ¡¿Mandándolos a morir?!

-Benjamín...

-¡No te lo permitiré! - tronó el joven, poniéndose de pie de un salto, el asiento cayendo al suelo estruendosamente. - ¡No asesinarás a mi hermana y a mí por un estupido capricho político!

Raphina estaba petrificada.

Benjamin. El pacífico Ben de ojos tenues y calmos estaba desatando una tormenta en medio de aquel profundo océano. El cabello azabache cayendo a ambos lados de su rostro alborotadamente. Lucía imponente.

-Ben... - intentó calmarlo Tía Delph, poniéndose de pie, impasible.

No parecía alterada en absoluto, como si hubiera estado acostumbrada a situaciones similares.

-Se entrenarán. No irán sin preparación...

-¡¿Estás escuchándote?! - bramó él, anonadado ante la respuesta de su tía. Raphina observaba a ambos, sin comprender del todo la discusión. -  ¡La próxima vez recuérdame colocar mi trasero en la vidriera de la primera carnicería mestiza que encuentre! ¡Eso sería más considerable!

Raphina contuvo una risotada. Benjamín y sus comentarios sarcásticos era algo que ya había visto muchas veces, pero la divertía como si fuera la primera vez.

Por otro lado, Delphini lucía en completa calma. Los labios relajados en el rostro, las manos entrelazadas frente al cuerpo, observando a su sobrino mayor con tolerancia.

-El pueblo ha decidido. Y yo no los decepcionaré.

El joven de ojos azulados soltó un risotada sarcástica y señaló a su tía, amenazante.

-No te atrevas a hablar del pueblo, cuando tu único objetivo es destruirlo.

Raphina escuchó esto y no pudo permanecer impacible. ¿De qué hablaba su hermano? Esto parecía ir más allá de una riña familiar o el miedo de Ben a la guerra. Siempre había sido un cobarde, pero esto no tenía nada que ver.

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⏰ Última actualización: Aug 06, 2021 ⏰

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