Amor Universitario.

Capítulo 4.

Merida:
Eran las 6:30 de la tarde salí de la ducha y me puse un pantalón negro y un suéter gris y mis tenis blanco, comencé a maquillarme algo natural ya que no quería parecer payasa y espantar a Irving.

Cris:
Me dirigía a mi habitación, pase por la habitación de mi hermana y al parecer se arreglaba para salir así que decidí entrar y saber el por qué se arreglaba.

Cris: Se puede saber... ¿A dónde vas? -sentándose en la orilla de la cama-
Merida: Saldré con alguien, ya hice un amigo aquí.
Cris: Ah... ¿A quién le pediste permiso de salir? Si... se puede saber, claro
Merida: No seas celoso, yo no me ponía así cuando salías cada fin de semana con diferentes chicas
Cris: ¡No hablemos de ese tema!
Merida: ¿Por qué?
Cris: Porque... Es mi pasado oscuro

Ella volteo a verme y se acercó a mí.

Merida: De los errores se aprende
Cris: Esa no me la esperaba

Se dio la media vuelta y la tome de la cintura y la tumbe hacia la cama, comenzamos a reírnos y nos hacíamos cosquillas.

Merida: ¡Ya!, basta -entre risas-
Cris: Me sorprende tu habilidad para hacer amigos tan rápido, pero pobre de ese chico te haga daño o te deje plantada.

Me acerque y le di un beso en la frente, me quite de encima de ella y regrese a la sala para esperar y ver quien fue el que invito a salir a Merida.

Merida:
Escuche el motor de un automóvil así que abrí un poco la cortina de mi habitación e Irving bajaba de su Jeep y sentía como mi corazón se aceleraba demasiado.

Irving:
Ya estaba listo, estaba en la puerta de la casa de Merida así que decidí tocar y me abrió un chico el cual se me hizo conocido.

Cris: ¿Si? -Mirándolo de pies a cabeza-
Irving: ¿Se encuentra Merida?
Cris: Si, se está terminando de arreglar si quieres pasa.
Irving: Permiso...

Entre a la sala y lo primero que me llamo mi atención fue que habían fotos en las paredes de ella y sus hermanos de pequeños, su familia, cuadro de pinturas y por lo que veo algunas cajas de mudanzas.

Cris: Y ¿A dónde irán?
Irving: Iremos a cenar y tal vez a caminar por el centro, para que conozca la ciudad.
Cris: Te me haces familiar... ¿En qué universidad estas?
Irving: Emm... Estoy en la facultad de Físico Químico...
Cris: Creo que estamos en la misma clase de Historia...
Irving: ¡Con razón te me hiciste conocido!, ¿eres el chico que llego con la directora, verdad?
Cris: Sí, era yo.
Merida: Perdón por tardar–Bajando las escaleras- Creo que ya conociste a mi hermano...
Irving: ¡Hola!, sí al parecer estamos en la misma clase de historia.
Merida: Bueno, ¿Nos vamos? –dirigiéndose a Irving-
Irving: ¡Si, claro!
Cris: Aguarden... Aguarden... Aguarden... ¿A qué hora regresaran?
Irving: A las 11:30 está bien?
Cris: Hmmm... Vaya sí que quieres quedar bien. -en voz baja, entre dientes y en un tono burlón-
Merida: ¿Qué dijiste?
Cris: Nada, nada, me parece buena hora...

Nos despedimos de Cris y fuimos a la Jeep, la ayude a subir ya que ella era algo bajita y tenía que dar saltitos para poder subir a la jeep lo cual me causo algo de risa. Me subí y arranque para dirigirnos al restaurante.

Merida: Discúlpame si... mi hermano te dijo algo o te intimido, él es muy sobreprotector.
Irving: Descuida, no dijo nada -con una sonrisa en su rostro-

Merida:
Irving se veía muy guapo, me sorprendió que fuera muy caballeroso. En el camino íbamos escuchando la radio hasta que sonó su teléfono celular el cual era una llamada de una tal Sara, al momento que esta la llamada había una fotografía de una mujer. Él no quiso responder así que desvió la llamada.