Capítulo 32.

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Tres días después del accidente de Irving.

Julie:
Ya me tocaba mi siguiente quimioterapia aun no tenía el valor de decirles a mis hijos sobre el cáncer más con lo que están pasando de su amigo, no quería preocuparlos más.

Kai: Señora Julie, ¿Cómo está?
Julie: Hola Kai, muy bien ¿Tu qué tal?
Kai: Bien, vine con mi madre, creo que no se la he presentado.

Se acercó la señora y estrechamos nuestras manos.

Marissa: Soy Marissa.
Julie: Julie, un gusto.

Ella asintió y se sentó a lado de mí, creo que no me reconoció de nuestro primer encuentro.

Marissa: Espera un segundo, eres la blanca de hace unas semanas, ¿no? Ya te recuerdo... -entre risas.- Es la señora que estaba muy asustada... perdóneme por ser tan grosera.
Julie: No se preocupe...-con una sonrisa-
Marissa: Espero poder llevarme bien con usted.
Julie: Lo mismo digo...
Kai: Bueno, regresare en un rato, tengo que ir a sacar una citas, ya vuelvo madre. Hasta luego señora Julie.

Me despedí de Kai y ella se fue, me recosté un poco en la silla mirando al techo.

Marissa: ¿Cuánto lleva en la lucha?
Julie: ¿Perdón?
Marissa: ¿Cuánto tiempo lleva con el cáncer?
Julie: No mucho, como un mes aproximadamente. ¿Y usted?
Marissa: Espero y se recupere, yo llevo tres años en esto, le digo a Kai que el tratamiento es una pérdida de tiempo y dinero, no funciona conmigo, pero me insiste mucho en tomarlas, solo sigo el tratamiento por ella...
Julie: -suspiro.- Yo también lo hago por mis hijos, soy la única que queda.

Me tape el rostro porque sentía que las lágrimas saldrían de mis ojos.

Marissa: ¿Se encuentra bien?
Julie: Es que mis hijos no saben que estoy aquí, que tengo cáncer, perdí a mi esposo y tengo una niña en silla de ruedas, me cuesta un poco pero es que quiero... luchar por ellos y no preocuparlos... Pero... me siento muy cansada. –abrazándose así misma-
Marissa: Mire, sé que no tenemos mucho de conocernos pero entre madres nos entendemos. Sé que no quiere preocuparlos pero lo mejor es que lo haga ahora, el cáncer es una de las enfermedades más difíciles y no todas nos salvamos, tiene que decirles Julie, no creo que sus muchachos vayan a dejarla caer, además merecen saberlo.

Me quede pensando, pasaron unos minutos y mi quimioterapia ya había acabado, me despedí de la señora Marissa y Kai, salí del hospital y me fui a casa.

Merida:
Estaba en la universidad, el día estaba nublado y hacía un poco de frío solo estaba esperando a que se acabara esta clase para ir al hospital con Irving, sono el timbre y salí del salón fui a mi casillero y tome unos libros que había sacado de la biblioteca.

Josh: Hola señorita.
Merida: Hola Josh. –cerrando el casillero.-
Josh: Los chicos y yo nos preguntábamos si querías ir kuijper a comer algo...
Merida: No puedo iré al hospital.
Josh: Bueno, al menos déjame llevarte.
Merida: No, no te preocupes, tomare el autobús... Nos vemos.

Me di la media vuelta y fui a la estación de autobuses.

Josh:
Estos tres días Merida ha estado un poco distante, tal vez necesite tiempo.

Peter: Vamos a comer... Muero de hambre.
Steven: ¿Y Merida?
Josh: No ira, solo vamos nosotros tres.

Subimos a mi auto y nos dirigimos a Kuijper, al llegar vimos a Cris y Lein.

Josh: Hola chicos.
Cris: ¡Hola!
Lein: Hola chicos
Peter: Hola, ¿Cómo están?
Cris: Bien, vinimos a comer algo antes de que Lein se fuera al trabajo. ¿Quieren sentarse con nosotros?
Josh: ¿No es molestia?
Lein: Para nada, adelante.

Amor Universitario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora