Daboia Russell |Jughead Jones|

C |21|

   Me detengo fuera de la habitación, escuchando la voz de la pelirroja. Esto será interesante.

—Bien, estás despierta. Y ahora está lo auténtico, Baby Jane. Les voy a contar a todos que volviste corriendo a ese infierno para salvarme, no ese horrible retrato de familia que tanto amas. Y que lo que sucedió en Thornhill fue un trágico y terrible accidente. Si le cuentas a alguien la verdad sobre lo que pasó en el incendio, contaré a todo el mundo lo que pasó con papá en el granero —me acerco para ver que ocurre y ella está reclinada a escasos centímetros de su progenitora. Apoya su mano duramente en su pecho ejerciendo fuerza. Eso le debe estar doliendo como los diez infiernos—. Eras cruel conmigo, madre. Era abuso, así de simple. Así que, a partir de ahora, si respiras, es porque yo te doy aire. Si bebes, es porque yo misma preparé tu taza. Y si te mueves, es discretamente y con mi consentimiento.

   Oh por Dios, le cortó el suministro de oxígeno por unos segundos. ¡¿Qué ha pasado con los Blossom?!

—Qué demonios —se me escapa bajito y agradezco que no me ha escuchado.

—Las cosas van a ser diferentes ahora, mami. Mejor. Ya lo verás —es ahora cuando debo irme.

   Me doy media vuelta y camino rápidamente hacia la sala de espera. Está Reggie aquí, ni siquiera hace contacto visual conmigo, pero todos los demás fijan su mirada en mí. Más que nada en mi vestido todo ensangrentado. Parezco la versión renovada de Carrie. Hasta Archie se fue a dar un baño y a cambiarme de ropa, debería hacerlo. Sin embargo, Jug no está y papá se llevó mi auto. No me llevaré el auto de mamá, tendría que molestarla pidiéndole la llave y está ocupada en su trabajo.