C |45|

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  —Hey, hija —papá interrumpe mi lectura, así que levanto la mirada—. Iré a ver el partido de béisbol a la caravana de FP, ¿vienes?

   Niego rápidamente. No quiero salir, tengo miedo de... caer en los trucos de mis demonios internos.

 caer en los trucos de mis demonios internos

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—No, gracias papá. Le diré a Jug que venga un rato así no me quedo mucho tiempo sola —excuso, sonriéndole falsamente—. Tú disfruta tranquilo, que tengas suerte.

   Él asiente y me sonríe de costado. Se da media vuelta y baja corriendo las escaleras.

—¡Iré al Wyrm más tarde! —anuncia con felicidad—. ¡Seguro vuelva por la madrugada!

—¡No conduzcas ebrio! —le grito, esperando que me escuche, creo que sí. Porque luego, suena la puerta y su auto yéndose hacia la casa de su mejor amigo. Ojalá que no siga mi mala costumbre de esa vez, andar en moto alcoholizada. Hasta el día de hoy que agradezco estar vi...

   Viva, estoy viva. Pero, el hombre de pelo blanco no está, está muerto, y yo ayudé a matarlo.

   No, no pienses en ello, sigue leyendo, cosas felices. "Entonces Peeta intenta asesinar a Katniss, su amada, de un culatazo con su arma descargada en la cabeza. Por poco lo logra"

   ¡No, maldita sea! Pego un salto de la cama, sudorosa. Todos mis músculos están tensos, pero a la vez tiemblo del terror. Lo encontrarán allí, en la alcantarilla, verán que ha sido apuñalado. Iré a la cárcel de menores, no... no quiero, no quiero ¡Por favor, ayuda!

   No puedo quedarme quieta, así que corro hacia la cocina, bajando las escaleras intentando no caerme de porrazo, para tomar un vaso de agua helada. No hay agua en la heladera... no, respira, C, ¡respira, carajo! Mis manos temblorosas van directamente a mi rostro, frotándolo dolorosamente, noto las lágrimas que me empapan. Entonces, se dirigen a mi cabello y me lo despeino de forma frenética, intentando calmar mi ansiedad de esa forma.

   Tranquila, C, es tu cerebro engañándote. Inhala, exhala, inhala, exhala, hiperventila, hiperventila, hiperventila, hiperventila, las respiraciones se convierten en sollozos que apenas me dejan tomar aire y suelto un grito en agonía. Diferentes flashbacks del hombre perdiendo la vida frente a mis ojos, el ruido de la lámpara estampándose en el cráneo, el de mi cuchilla cortando la carne me inundan. Me ahogan.

 Me ahogan

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Daboia Russell |Jughead Jones|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora