Daboia Russell |Jughead Jones|

C |26|

Miren el hermoso fanart que hizo PandoraHayes de C y Hugo! (Jug)

Son re tieeeeernos carajo

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   Estoy jugando al billar con Sweet Pea y Tall Boy, e incluso voy ganando cuando algo impredecible ocurre. No puedo evitar sonreír de costado, ese es mi maldito chico.

   Jughead se hace paso por todo el bar con su chaqueta de las Serpientes puesta hasta llegar a nosotros. ¿Me parece a mí o aquí hace mucho calor?

   Desearía llevármelo a un lugar privado, quitarle la ropa con los dientes y demostrar que es el único capaz de convertir a simple niña en una poderosa mujer. Con él a mi lado, puedo hacer cosas infinitas, podemos llegar hasta el fin del mundo tranquilamente.

—Aquí hay uno de Northside que se ha perdido —masculla Sweet Pea, realizando su tiro, metiendo una de las rayadas. 

—No es cierto —niega, observando a Tall Boy—. Estoy harto de ser un Serpiente a medias.

   El chico del ojo morado se acerca a él un poco irritado.

—Harás lo que sea para proteger a tus amigos de Northside —lo empuja levemente para observar mi tiro. ¡Sí! metí dos de las mías. Esto es pura suerte de principiante. A no ser que tenga algún talento oculto del cual nunca me enteré.

—Mi padre era un Serpiente. Él los lideraba cuando los Russell no podían, cuando C no estaba preparada. Quiero quedarme con ustedes, chicos —nadie le presta atención y en esta situación yo no puedo entrometerme. Mamá dijo que Jug tenía que ganarse su aceptación él solo. Que yo no debía obligarlos a dejarlo entrar—. Tall Boy fue quien me dio esta chaqueta. Ha llegado la hora de comenzar a ponérmela.

   El nombrado se arrima recto, amenazante y elevo una de mis cejas. Toni, frente a nosotros sentada en un sofá junto a Fangs, admira la escena con fascinación pero a la vez terror.

—Así que ahora quieres ser un Serpiente, ¿huh? —golpea su palo de billar contra el suelo—. Veamos si antes sobrevives a la iniciación. Eso va para ti también, C, no quieres ser la primera Russell en no pasar la iniciación, ¿no es así? No sé si tú siendo una chica podrás soportarlo.

   Noto que Sweet Pea está por decir algo para defenderme pero lo corto con media sonrisa. Yo puedo manejarlo.

—¿Me estás despreciando por ser mujer? —tiro mi palo al suelo y me acerco a pocos centímetros del adulto, sonriendo de costado para que me responda. Él se encoje de hombros y yo lo empujo levemente fuera de mi vista—. Tranquilo, viejo, verás que cuando menos te lo esperes, recibirás mis órdenes. Las órdenes de una niña, y te tendrás que aguantar todo. Tengo que recordar que hombres como tú, son unos maricas cuando los golpean, nosotras las mujeres soportamos muchísimo más el dolor que ustedes. Si tienes dudas, mira mi rostro, destrozado de un puñetazo por un Bulldog, luego por un accidente de motocicleta. No me quejé en ningún momento, así que cierra la maldita boca, puedo aguantar lo que sea.