Daboia Russell |Jughead Jones|

C |59|

*PoV Cam*

   Cuando papá me deja en la escuela, es todo bastante monótono. No me cruzo ni con Toni ni con Sweet Pea, cosa que agradezco. Jughead me llama para recordarme que me ama y que si necesito ayuda, tendrá el teléfono sobre la mesa del laboratorio sin importar que el Profesor Lamier se lo intente quitar.

   Últimamente hablar me parece algo innecesario, porque se me hace imposible decir dos palabras sin quebrarme en lágrimas y sentir un gran nudo en la garganta. Los alumnos me observan un poco extrañados, pero atan mis heridas a que me he ligado una buena paliza en los disturbios de antes de ayer por el solo hecho de ser la Princesa de las Serpientes. Y más o menos fue así, no se equivocan si piensan en eso.

   Lentamente me siento en mis bancos y tomo dos clases donde tomo nota a todo. Recibo un mensaje de Jug que me quiere en el aula característica de las Serpientes y con mucho pesar, me acerco a ella, siendo rodeada por mis ex-Serpientes. Me llenan de preguntas las cuales respondo con cortos y bajos monosílabos hasta que mi novio decide salvarme, comenzando a hablar de algo que no tengo ni idea.

  —Así acaba todo, ¿no? Sin una lágrima, pero con una nota de Weatherbee —dice Jug después de contarnos, haciendo una bola de papel y tirándola al cesto, encestando habilidosamente.

  —El instituto Riverdale está masificado repentinamente —habla Toni, apoyada en el respaldo de una silla—. Desde la semana que viene, los exalumnos de Southside serán transferidos al Seaside, que está a dos horas.

   Carajo, esto en parte sí que es mi culpa. Pero, nuestro "amado" director nos había prometido algo. Una promesa que rompió con los nuevos estudiantes, pero no conmigo, porque no he sido exiliada.

—Lo que significa que nos culpa por destrozar el instituto la noche de los disturbios —un ojimorado Sweet Pea finaliza por ella, cruzándose de brazos.