Los esplendorosos pilares rodeados de piedras preciosas iluminaban los pasadizos del reino más rico, poderoso e importante de toda la tierra media; Erebor, se dejaba ver ante el sol que poco a poco crecía en el horizonte.
Desde muy temprano, los ena...
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Aûstryth camina por los pasadizos solamente con su propia compañía, pensativa, sobre todas las cosas que han sucedido en tan poco tiempo. Camina hacia la biblioteca, o lo que queda de ella, tratando de encontrar algo que deje en claro que lo que sufre Thorin sea pasajero.
Al llegar a la gran sala, se encuentra con Bilbo y Balin los cuales le saludan apenas ella camina hacia ellos.
—Ah que vienes hija? —pregunta Balin, la enana le sonríe tristemente.
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—Quería saber sobre la historia de las riquezas de Erebor, y sobre todo por la piedra del arca... —ambos, enano y hobbit, quedaron mudos ante tal cosa.
—Entiendo lo que quieres saber hija... pero... —musita Balin al mismo tiempo en que Aûstryth comienza a caminar por secciones de libros sobre alquimia y otras cosas, llegando hacia un pequeño libro escarlata. La enana lo alcanza como puede sosteniéndolo con fuerza, ya que aunque fuese un libro pequeño su peso era superior a su tamaño—. Parece que alguien quiere ayudar... —dice Balin al ver el mango del libro y las runas que dedicaba.
Los ojos de la enana pasaron de un lado a otro del libro contemplándolo, y se detuvo al ver las runas que demostraba— "La piedra del arca"— lee.
—Mi padre lo escribió mucho antes de que desapareciera... —habla Balin.
—Y qué es lo que dice? —pregunta Bilbo.
—Cómo nació la piedra... —contesta Balin.
La curiosidad de Aûstryth comenzó a incrementar, tanto que abrió el libro lo mas rápido que pudo para comenzar a leer.
—Fue a principios de la segunda edad del sol... —se adelanta el enano, Aûstryth y Bilbo le miran sin perder ningún movimiento del enano.
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