III Oro inconmensurable

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Otro día, ha nacido en Erebor, Balin se encuentra en el fuerte observando todo el Lago Largo desde ahí, pensativo con un fuego aún vivo en su cuerpo, deseando volver a ser joven como antes, pero ahora la responsabilidad de siete hijos lo detiene. A lo lejos, en el cielo ve un ave negra pero muy conocida entre los Naugrim que se aproxima a gran velocidad hacia Erebor. Al aterrizar el ave se posa en uno de los muros del fuerte, esperando que Balin se acercase a él.

—A qué vienes? ¿Vienes a traernos buenas noticias? — habla Balin observándola con atención, adentrándose cada vez mas en sus ojos como si fuera hipnotizado por él — No son muy buenas noticias después de todo... —culmina Balin yéndose del fuerte tan rápido como podía a los adentros de la gran montaña solitaria.

Dentro del reino de Erebor, se encuentra Dwalin junto a Thorin jugando a "adivinanzas", simplemente para pasar las horas antes de la cena. Al momento se escucha un cuerno que hizo temblar todo alrededor.

—No recordaba el sonido de ese cuerno... —susurra Thorin comenzando a caminar hacia la sala del Rey junto a Dwalin. Al llegar encuentran a Thráin, Frerin, el rey Thrór y un asustado Balin— ¿Qué pasa? —responde Thorin llegando a la sala los presentes en excepción del rey hacen una reverencia él la devuelve.

—Balin, trajo malas noticias de las Colinas de Hierro... —responde Thráin con seriedad.

—Qué pasa ahora? —responde Thorin de igual modo.

—Náin, ha declarado guerra a las Montañas azules! —exclama Thrór.

—El cuervo anuncia que Náin quiere aliados— agrega Balin.

—Y ahora porque quiere Nain hacer una guerra? —pregunta Thorin sosteniendo una risita y cruzándose de brazos.

El rey Nain ha sido considerado muy iracundo para con todos los que le rodea, y Thorin sabe eso. Pero con un buen consejo y acuerdo se olvida por lo cual se ha enojado. Esto, también lo sabe Thráin quien se ríe perturbando a su padre quien lo mira con enojo.

—De que te ríes Thráin???! —exclama el rey— Esto es de vida o de muerte.

—No me malinterprete padre... —contesta Thráin— pero, ¿porque quiere hacerle la guerra a Montañas Azules?

—Sí Balin... ¿porque? —pregunta también Thrór. El aludido se sonroja y aclara la garganta.

—Por un dulce que solamente hay en las Montañas Azules mi señor... —responde Balin algo apenado pero asustado, ya que Nain es un enano de palabra y lo que dice lo cumple.

 —responde Balin algo apenado pero asustado, ya que Nain es un enano de palabra y lo que dice lo cumple

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El Canto de Durin (Thorin Escudo De Roble)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora