Los esplendorosos pilares rodeados de piedras preciosas iluminaban los pasadizos del reino más rico, poderoso e importante de toda la tierra media; Erebor, se dejaba ver ante el sol que poco a poco crecía en el horizonte.
Desde muy temprano, los ena...
—Thorin... es mejor retroceder... —habla Dwalin mirando la ira de su amigo.
—Qué hacemos tío? —pregunta Kili, Thorin da media vuelta y mira a Aûstryth y a Bilbo.
—Váyanse... —sentencia Thorin al mismo tiempo en que corre hacia la torre seguido por sus guerreros, Bilbo cierra los ojos con impotencia, sabía que esto iba a suceder. La enana quiere seguirle, pero Bilbo la detiene.
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—Es mejor que los vigilemos desde otra parte! Él no quiere que le sigamos... —dice el hobbit, Aûstryth lo mira para luego asentir.
La pelirroja camina hacia el pony subiendo en él, seguida de Bilbo quien se sienta detrás de ella. Las riendas del animal son haladas con mucha fuerza para que galope a toda velocidad hacia donde se encuentra Dís.
La princesa enana, corre camino hacia la torre, pero se detiene al ver a Aûstryth regresar junto al hobbit.
—Qué ha ocurrido? —pregunta. La pelirroja baja del animal.
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—Es Thorin... quiso que nos fuéramos...
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—Bolgo se encuentra ahí no es así? —Aûstryth asiente.
—No podemos dejarlo solo...
—No está solo, está con los mejores guerreros...—contesta no una convencida princesa de Erebor.
