Los esplendorosos pilares rodeados de piedras preciosas iluminaban los pasadizos del reino más rico, poderoso e importante de toda la tierra media; Erebor, se dejaba ver ante el sol que poco a poco crecía en el horizonte.
Desde muy temprano, los ena...
Hola! este cap contiene escenas eróticas un poco explicitas, si lo leen es a consentimiento de ustedes mismos.
Feliz lectura!
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Frerin lucha con gran intensidad en la batalla desatada en un lado de Moria llamado Azanulbizar, sin titubear lanza golpes certeros a sus enemigos. Hunde su espada en las entrañas de un orco mirándolo morir lentamente. Pero hubo algo que lo dejó atónito, su hermano volando por los aires producto a un gran golpe de un orco que medía cuatro veces su tamaño, de piel pálida y grueso físico, el cual reía sínicamente mientras halaba de su rompecabezas. Frerin, no lo pensó dos veces y se interpuso en el paso de aquel gran orco con tal de salvar a su hermano que aún se sentía mareado por el golpe.
—Vamos! ¡Ven hacia mi! —decía un desafiante enano a su contrincante, moviendo su espada plateada de un lado a otro llamando la atención del orco pálido.
—Frerin... hijo segundo del ahora rey en exilio... no quiero tu cabeza, pero si te presentas ante mi de esta forma, regalándote... no me queda otra alternativa que aceptar —. Dice el orco señalándole y empezando a agitar su rompecabezas.
Dís corre hacia la entrada de Moria donde muchos enanos salen de ahí, peleando y haciendo que el número de orcos bajara a una miseria. A lo lejos observa a su hermano Frerin, luchando con Bolgo. En un momento de descuido, Frerin pierde su espada por esquivar el gran golpe contundente quedándose indefenso ante esa mole pálida. Dís corre a toda velocidad hacia donde su hermano para poder salvarle, pero una flecha la hizo detenerse, rosándole por la mejilla y silbándole en el oído pasó directo hacia Frerin impactándole cerca de su corazón.
Frerin se la sacó como pudo aguantando un grito de dolor, no se iba a dejar vencer fácilmente, pero el veneno pudo mas cayendo de rodillas a merced del orco.
—FRERIN!!! —grita Dís tratando de llegar hacia él, el joven enano la mira acercarse y le regala una sonrisa, acto seguido, un pico de metal le traspasó el cuerpo cayendo inmóvil en el suelo.
Los gritos de Dís eran terribles, no se lo podía creer, pero no podía darse el lujo de que la vieran vencida y poco a poco junto a centenares de enanos se abrían paso hacia la entrada de Moria, repitiéndose a sí misma que Frerin no está muerto.
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Dís despierta de su pesadilla, otro día mas con el mismo sueño sobre su hermano. Respira lentamente mientras su mano derecha trata de secar su sudor de la frente producto a la adrenalina que le regaló su pesadilla. Se sienta lentamente en la orilla de su cama mirando todo a su alrededor sin llorar, ella, ya ha llorado lo suficiente por su hermano, y la gran pena que siente por no haber podido hacer algo por él la carcome por dentro, pero evita que su padre o su hermano Thorin, sepan de eso.
Hoy es una fiesta esperada por casi todos los enanos de Erebor e incluso por los de las Montañas Azules y los de Colinas de Hierro; la boda de Thorin y de Eurielle. Este día no es solamente su unión, sino también el cumpleaños número 60 de Thorin Escudo de Roble. Los enanos y enanas corren por el palacio preparando el festín, mucha comida, carretas abarrotadas de comida entran en el palacio y también invitados de otras montañas aledañas se unen para colaborar.
