"—Madre... no te estamos pidiendo permiso, sino te estamos avisando... —dice un muy valiente Fili quien se encuentra sentado en la cama de su madre y padre junto a Kili. Dís lo mira furibunda.
—Es cierto madre... ya nosotros somos grandes, cumplimos nuestra mayoría de edad hace ya más o menos 17 años... —exclama Kili mientras su hermano le susurraba "22 para mi hermano...". Dís sigue mirándolos con mucho enojo mientras camina de un lado a otro y su esposo la mira sentado en una pequeña silla entre tanto, fuma una pipa.
—Y qué piensas sobre esto Nolin? — pregunta Dís deteniéndose ante su marido, el cual se encoje de hombros inhalando el tabaco quemado de su pipa haciendo círculos con el humo que salía de su boca, Dís desaparecía los círculos agitando una de sus manos. El que fume su esposo no la tranquiliza.
—Tarde que temprano ellos tendrán que salir de Montañas Azules para armar su propio destino... —le contesta seguido por otra absorbida de su pipa.
[...]
—Quiero que me prometan algo... —dice Dís, ambos asienten —. Quiero que vuelvan sanos y salvos a mi... y que luchen a la par de mi hermano, siempre... —ambos asienten nuevamente, luego, Dís le entrega el anillo a Fili y la piedra con unas runas gravadas a Kili —. Esto es un pacto, más que una promesa. Y quiero que lo recuerden cada vez que ustedes miren estos objetos...
Ambos enanos miran su "promesa", Fili introduce un dedo en el anillo para luego admirar su brillo, Kili por otro lado, guarda la piedra en un bolsillo muy cerca de su pecho donde se encuentra su corazón latiendo fuertemente."
El recuerdo de Kili sobre la promesa hecha hacia su madre, inundó su memoria, pensando y pensando en cómo se iban a librar de esta. Su hermano está dormido mientras él se encuentra sentado no muy lejos de la puerta de la celda en la que se encuentran, hace ya, cinco días.
El joven enano suspira lentamente mientras saca de su bolsillo el talismán que le dió su madre mirando las runas en la que fue tallada: "Regresa a mi".
"—Lo prometemos madre... —habla Kili abrazando a su madre seguido por Fili y por último Nolin."
Sube y baja la piedra en sus manos, presa por la fuerza que Kili producía en ella para que volara por los aires y cayera de nuevo en sus manos. Sumergido en sus pensamientos recuerda una y otra vez a su madre, su cabellera rubia cuando lo adornaba con diademas de oro, su carácter prepotente pero dulce a la vez, su agilidad con el arco, que gracias a ella, por eso, él podía ser igual o mejor que ella.
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El Canto de Durin (Thorin Escudo De Roble)
FanfictionLos esplendorosos pilares rodeados de piedras preciosas iluminaban los pasadizos del reino más rico, poderoso e importante de toda la tierra media; Erebor, se dejaba ver ante el sol que poco a poco crecía en el horizonte. Desde muy temprano, los ena...