N/A: GRACIAS GRACIAS GRACIAS POR TODOS LOS REVIEWS! :D Y por seguir leyendo, of course!
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Terminó de cepillarse el cabello mientras se miraba al espejo del baño. Ahora lo llevaba más claro y liso. Cepillar su melena era algo que disfrutaba y le relajaba sobre todo por las noches e incluso aun cuando tenía prisa por las mañanas.Suspiró y miró fijamente el reflejo de ella al otro lado. O lo que actualmente era ella. Por lo menos –una vez más- el precio de su maquillaje era equivalente al efecto que surgía. Sus ojeras estaban disimuladas a la perfección así como su mal estar general.
Salió del baño y repasó su habitación. Su cama perfectamente hecha. Todo recogido. Tomó su bolsa del trabajo y miró a la mesita de noche, donde justo al lado de la lamparita reposaba su anillo de casada que se había quitado para ducharse. Se mordió el labio y finalmente y tras acercarse, se lo puso en su dedo anular antes de salir para empezar un nuevo día.
Bajó las escaleras y se encontró con su hija en el salón, leyendo un comic mientras desayunaba, completamente perdida en su mundo.
-Buenos días.
Kate le dio un beso en el pelo a su hija y pasó de largo hacia la cocina para prepararse un café.
-Hoy no has sido la última-comentó Beckett, asomándose por la puerta mientras la cafetera chillaba detrás suyo.
Frankie alzó la vista del tomo 148 de Capitán América y sonrió mientras se llevaba una cucharada de froot loops a la boca.
Su madre frunció el ceño.
-Eso-señaló con su dedo índice- Tiene demasiado azúcar, Francesca.
Sólo la llamaba Francesca cuando estaba enfadada, agobiada o preocupada. O muy enfadada… Pero para esas ocasiones reservaba su nombre completo: Francesca Katherine Castle.
Frankie observó lentamente… Ok, sólo estaba preocupada y probablemente agobiada. Sabía leer el rostro de su madre a la perfección.
Kate se perdió en la cocina y segundos después salió de ésta con dos tazas de café.
-Sólo han sido unos pocos mamá…-hizo una mueca-.
-Sabes que sólo me preocupo por tu salud, cielo-suspiró- Ahora vengo.
Frankie asintió y volvió a retomar su lectura mientras su madre subía las escaleras, probablemente hacia el despacho de su padre. No era tonta y sabía perfectamente que él había pasado la noche encerrado en su despacho si bien no escribiendo en su totalidad, probablemente recostado en su cómodo sofá durmiendo como tantas otras veces, fuera de día o de noche.
Beckett miró sus manos, ocupadas con las tazas y cuando fue a empujar la puerta del despacho de su marido con el pie, se detuvo al escuchar su voz al otro lado.
Hablaba por teléfono.
Frunció el ceño al escuchar su risa y se pegó para escuchar a pesar que ella nunca había sido una esposa así.
-"… Claro, claro, no te preocupes, en un rato me paso por allí…-Rick se calló, probablemente porque su interlocutor o interlocutora le estaba hablando- Ok, nos vemos en un rato, Regina. Gracias".
¿Regina? ¿Quién demonios es Regina? Ella no conocía a ninguna Regina. Ninguna que tuviera que ver con la editorial...Suspiró y finalmente, empujó la puerta del despacho sorprendiendo a Castle.
-Oh-Rick la miró- Vaya, gracias.-contestó amablemente y con sinceridad. A decir verdad, cuando decidieron darse un tiempo aun conviviendo y fingiendo para sus hijos, no esperó que Kate le subiera un café a su despacho después de la distancia de los últimos días.
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Ahora 1 mas
FanfictionSegunda parte de 1más1son5...La vida sigue para Tommy y Sophia una vez graduados cada uno por su propio camino, dejando a su hermana en casa. Para Castle y Beckett las cosas no estan tampoco faciles, después de todo, estan demasiado ocupados para da...