Capítulo 5

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N/A: Holi!

Siento la tardanza... Desde el sábado arrastro un gripazo que no tenía ganas ni de escribir ( T_T) ni de encender el pc ni de nada... Durmiendo y descansando bastante poniendome al día en la lectura retrasada por lo que ese es el motivo de mi ausencia, pero ya vuelvo... Hasta el martes que estaré demasiado ocupadilla jajaja para actualizar toda esa semana. Anyway y dejando todo esto a un lado, como siempre, muchas gracias por leer y comentar y por disfrutar de esta historia como yo... Espero que así siga siendo.

¡GRACIASSSSSSSSS!
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Tommy miró varias veces hacia atrás y aceleró su paso cuando escuchó una sirena cerca. Él no tenía miedo. Ya no. Él había sido secuestrado de pequeño por lo que ya no tenía miedo a nada o eso quería hacerse creer a sí mismo. Cómo si después de aquél secuestro con cinco años y del que apenas tenía recuerdos no le hubiera ocurrido nada que le hubiera dado pánico. Que estuviera a esas horas de la tarde, cuando ya había anochecido, en ese barrio de mala muerte y escuchando ruidos cada dos por tres no era motivo para asustarse. Era adulto. Bueno, joven. Joven y con posesiones algo caras…Por lo que podía ser robado en cualquier momento… O no tan así… Si le robaban… Su madre… No… No podía decirle su madre donde se encontraba. Suspiró. Sólo le quedaba rezar. No; él no era creyente. Ok, tener buena suerte. Eso era lo único que le quedaba.

Él era joven. Y atlético. Lo que le llevaba a que podría echar a correr en cualquier momento.

Aceleró su paso de nuevo y al llegar a su destino comprobó la dirección una vez más en la tinta emborronada de su brazo –donde la había apuntado-.

Entró en el edificio donde escuchó el ruido de otros apartamentos entre gritos en diferentes idiomas y la música a toda pastilla. Se cruzó con un vecino algo malhumorado que le obsequió con una mirada aterradora.

Siguió las escaleras hasta llegar al apartamento 2B.

Golpeó la puerta con insistencia con su puño cerrado y escuchó unos pasos al otro lado del a puerta.

La puerta se abrió mostrando a la chica rubia que le había robado el móvil, en braguitas, exponiendo sus largas piernas y cubierta por una camiseta ceñida, sobre su vientre plano y sus pechos.

Tommy no pudo evitar mirarlos.

Se le marcaban los pezones.

La chica carraspeó y cuando le miró a la cara y le reconoció, su primer instinto fue cerrar la puerta, sin embargo, Thomas y su pie fueron más rápidos impidiendo que la cerrara.

-¿Cody Summers no? –Dijo de mala gana- Devuélveme mi móvil. ¿O debo llamarte Penny? Mentirosa ladrona-empujó la puerta pudiendo entrar en el apartamento cochambroso de la chica. –Mi móvil.

-Tío yo no tengo tu móvil… Te equivocas…Así que o te largas de aquí… O llamaré a la policía. O peor… Te partiré las piernas con ese bate de baseball-lo señaló.

Tommy rió.

- Sé que mi móvil está aquí… No eres tan rápida…Y mi madre es policía. ¿Quieres que la llame y le diga que me has robado y…-olió hondo- Huele a Marihuana? Dame el puñetero móvil.

-Vale, tío. –Se quejó- No seas llorón…Niñatos pijos-masculló moviéndose por su salón, revisando el montón de cosas que tenía. Tommy se fijó en su trasero al contonearse. También en la cantidad de ordenadores encendidos que tenía y las cajas de pizza de Paolo's vacías.-'Mi mamá es poli' 'bla bla bla'

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