Epílogo

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N/A: Y hasta aquí! Muchas gracias por haber leido y comentado durante 30 capítulos! Nos vemos algún día por aquí con otra historia, tal vez... O no ;-)
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Kate miró el reloj varias veces. Por mucho que lo mirara… El tiempo no iba a correr más rápido. Suspiró. Esas eras las ganas que tenía de salir de su trabajo. Años atrás no se sentía así, si no todo lo contrario… A pesar de sus hijos, a pesar de sus responsabilidades en casa… Y con otro puesto, se tomaba la licencia de llegar "cuando fuera posible". Ahora las cosas habían cambiado.

Su puesto era más exigente. Si. Pero a pesar de eso, deseaba estar en ese momento en casa, con su marido, su hija y su bebé.

Sonrió mirando una foto de su hermosa familia.

Año y medio atrás no habría sido posible de no poner de su parte y de no tener esos encuentros furtivos con su posible ex marido. Por suerte, recapacitaron y todo fue a mejor.

La puerta de su despacho se abrió haciendo que cada uno de sus pensamientos se disipara y fingiera que estaba muy interesada en el archivo que tenía entre sus manos.

Pero él la conocía demasiado bien.

Carraspeó algo incomoda y observó como el muchacho frente a ella la miraba con esos ojos verdes que le habían enamorado desde que la miraron por primera vez. Ahora con el pelo desordenado con esos pequeños bucles castaños, tal y como cuando era un niño… Ni demasiado corto, ni demasiado largo, ni con ese estúpido tupe de su adolescencia se sentó frente a ella y flexionó su rodilla con esos vaqueros rotos.

-¿Pensando en otras cosas, capitana?

Kate no dijo nada y siguió observando a su hijo. Observó los dos aros que llevaba en la oreja y el colgante que colgaba de su cuello, recuerdo de Hawaii después de desaparecer tres meses. Aun recordaba como su corazón había latido rápido cuando apareció por sorpresa en ese mismo despacho sin avisar, con bastante barba, esos aros y el pelo más largo.

Sin embargo, en él había un aura de madurez que hacía unos meses no existía. Desde que había regresado de Hawaii y se había recuperado levemente de la lesión en el brazo, era otro. La vida le tenía reservada una segunda oportunidad. Algo que disfrutaba… Algo que aunque no era la música… Le hacía feliz: La informática.

Tommy trabajaba en el departamento de policía ayudando a Tori y era algo que se le daba muy bien.

-No, no. Estaba mirando el archivo.

-Ya…-Tommy cogió la foto de su familia que reposaba en la mesa de su madre y la miró. Allí estaban todos: Sophia con Frankie a su lado, las dos sonriendo, ambas con el cabello liso y ambas con el cabello de un castaño oscuro. La misma mirada divertida. Alexis al lado de su madre y su padre al lado de Kate, con su brazo por encima de sus hombros y algo más envejecido. Por último él: Con greñas, barba, una camiseta y unas bermudas y un precioso bebé regordete en brazos.-Salimos guapos ¿Eh?

Bianca había nacido unos seis meses después de que sus padres le sorprendieran o se sorprendieran ellos mismos con la noticia de que Kate estaba embarazada. Bianca era idéntica a Kate, salvo por el color de pelo más claro. Era la alegría de todos, de algún modo u otro, la reconciliación perfecta para la mala situación que vivían todos en aquella época.

-Sí. Sobre todo tú con tu hermana…-dijo Kate. Adoraba ver a su hijo tan recuperado y haciéndose cargo de su hermana pequeña.

-¿No tendrías que estar en casa ya? –Tommy preguntó con curiosidad.- Desde que nació… Redujiste la jornada para estar con ellos…

-Si… Hoy ha sido una excepción…Javi se ha tenido que ir antes.

-Me lo ha dicho, ha tenido que recoger a Alejandro de la escuela… Cuatro puntos.

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