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Don't stop.
Turn it on, turn it up, make it louder.
I don't want to miss a single thing.

No pares.
Enciéndelo, súbelo, más alto.
No me quiero perder ni una sola cosa.

Yixing estaba ansioso, quizás demasiado.

El coreano lo había aceptado muy rápido, a él y sus deseos de consumirlo. Lo acercaba cada que deseaba, como si ahora lo supiese con certeza, tomaba su cintura sin mucha presión pero la mantenía cerca con ambas manos que eran más grandes que las suyas, no tanto como las de Chanyeol ni tan pequeñas como las de Kyungsoo, eran del tamaño necesario.

Fue el calor del momento, tal vez literalmente, que mordió el labio inferior de su novio y cuando entreabrió la boca deslizó su lengua con cuidado, ¡vamos! Ya tenía veintiún años, esos besos no eran ajenos a su conocimiento.

¡Ah! Pero Junmyeon abrió los ojos como platos, el pelinegro pensó que pudo haberlo mordido cuando detuvo abruptamente el ritmo de sus labios y se apartó muy avergonzado.

-¿Q-Q-Qué haces? -cuestionó cubriéndose la boca.

-Besándote, duh -se encogió de hombros.

De acuerdo, no podía ser totalmente indiferente, notaba el miedo en las pupilas ajenas. Había sido demasiado para el contrario.

-Oye, Junmyeon, no tengas vergüenza -se rio para intentar aligerar el ambiente-, es solo un beso con le---

El nombrado le cubrió la boca con ambas de sus manos evitando que terminara su frase.

-N-No lo digas -se mordió la parte interna de las mejillas.

-No es un pecado -habló bajando los brazos ajenos-, no es como si dijera Voldemort.

Sonrió un poco más relajado- Sí me prestabas atención.

-Yep -asintió con la cabeza-, ahora te toca aprender, ¿sí?

Asintió con la cabeza, todavía dudoso y bastante nervioso por lo que haría Yixing.

Se acercó con cuidado, nuevamente, estaban sentados en el suelo y eso le daba más libertad de movimiento. Le indicó que se acercara lo suficiente, como en las últimas semanas.

-Deja la vergüenza de lado -murmuró pasando sus manos por los hombros ajenos hasta bajar a los antebrazos-, ¿de acuerdo? -el dueño de la habitación asintió con la cabeza otra vez- Voy a repetir lo que hice, puedes hacerlo tú también si te sientes cómodo; muerdes el labio inferior y listo, es un aviso para lo que viene -explicó pasando su índice por la zona mencionada-, luego es solo dejarse llevar, seguir el ritmo y disfrutarlo, ¿entiendes?

Las manos le sudaban como cuando apenas empezó a salir con el chino, cuando tan solo su cercanía le afectaba y movía el suelo. Ahora era distinto, ese terreno era tan distinto.

-Eso sí -advirtió-, si yo voy para la derecha -inclinó su cabeza hacia el lado indicado- tú debes ir hacia la izquierda -repitió la acción, solo que al sentido contrario-, no lo olvides.

Yixing se acercó y Junmyeon reunió valor, debía dejar que sucediera.

Con solo los dedos el menor lo atrajo por el cuello de su camisa, lento, siempre con ese ritmo que lo ponía en trance sin saber cómo. Siguió con facilidad el beso que el contrario empezaba, respirando con cuidado al momento en que los dientes de él rozaron con su labio inferior, otra vez, presionando justo para avisarle.

No sabía cómo describirlo, algunas palabras volaban en su mente entre las sensaciones. Húmedo, tibio, invasivo, rápido. Le costaba adaptarse, el corazón le golpeaba con fuerza el pecho y sus manos sudaban como nunca, sentía como si se las hubiese lavado hace apenas unos segundos.

Adorablemente incautoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora