Adorablemente incauto

28

Alright, alright,
It's a hell of a feeling though,
It's a hell of a feeling though.

Bueno, bueno,
aunque es un infierno de sentimiento,
aunque es un infierno de sentimiento.

Por si el ambiente no se había malogrado hasta ese momento, los murmullos y risitas alrededor de Yixing y Junmyeon habían terminado de mandar todo al caño.

El castaño no podía ni siquiera mantener una sonrisa falsa. Algunos novatos pasaban, señalándolo con disimulo al que no le ponían ni el mínimo esfuerzo. Murmuraban entre sí antes de desternillarse en risas y llamar a más de sus amigos. El menor ya estaba acostumbrado a las miradas asqueadas y los adjetivos que no le iban ni siquiera en género, pero su novio no sabía manejarlo.

Tao, bueno, él era otro caso. Se mantenía estático y no hablaba casi nada, apenas saludaba al que apareciera por su frente sin importar si ya lo había hecho. YiFan lo conservaba siempre a su lado, lo abrazaba para que apoyase su cabeza, permitiéndole también ocultar lo hinchados que estaban sus párpados.

-Saben que pueden contar con nosotros, ¿sí?

Jongdae sabía que no era la mejor de las ayudas sobre todo por la discapacidad que tenía. Ya no podía ir y sujetar a alguien del cuello de la camisa para hacer que dejara de molestar a sus amigos, pero un hombro en el que apoyar la cabeza nunca iba mal.

-Junmyeon.

Ese era su novio, el de mejillas regordetas y sonrisa tímida, quizás igual o más que la del mencionado.

-Estoy totalmente contigo -lo abrazó sin dudarlo dos veces, sus brazos delgados temblaban cuando rodearon el torso ajeno-. Eres mi amigo y yo nunca me burlaría de ti.

Minseok comprendía a la perfección lo que sucedía. Él había sufrido acoso escolar durante toda su primaria pero a diferencia de ellos, el sistema de un colegio privado velaba por el bienestar de los estudiantes; por el contrario, una universidad nacional no lo hacía. El coreano había tenido la suerte de tener eso y un Jongdae que lo ayudara a recuperar confianza en sí mismo, a pesar de faltarle bastante actualmente. Junmyeon no tenía nada de eso.

-Gracias -murmuró el castaño dejándolo ir, volviendo a sentarse sin muchas ganas en la banca que había en el pasillo.

Jongin también pasó con sus buenos deseos, que aunque no sonaran muy bien, sabían que eran sinceros al ser expresados en francés. Kyungsoo sí se extendió mucho más al hablar, en especial a Tao que se veía más apagado que nunca.

Yixing recordó con amargura que en esos momentos se veían los amigos reales, los que sufrían contigo o los que te daban apoyo; los que estaban golpeados junto a ti o los que sólo pasaban a dar buenos deseos. Las intenciones de los demás no eran malas, pero el chino se sentía bastante pesimista.

-¡Tao! ¡Al fin te encuentro! ¿Qué vamos a hacer hoy?

La culpa no era de Baekhyun, para nada, pero venía malditamente animado a un ambiente completamente oscuro y cargado de mala energía. Debía aprender a leer un poco las situaciones.

El de ojeras notorias sintió la necesidad de mandar a su "amiguito" por un tubo y quedarse en los brazos de YiFan, lugar donde podía sufrir en silencio sin voces chillonas o ridículamente aguadas. No obstante, ni siquiera tenía fuerzas para hacer eso. Hundió su rostro en el hueco entre el cuello y hombro derecho del rubio, continuando su siesta de hace pocos segundos.

-¿Qué necesitas, Baek? -preguntó el más alto de todos.

Sus ojos fueron de un lado a otro, buscando ayuda de Yixing o su pareja- Yo, ehm..., nada. Olvídalo.