» Just a Fan •• Min YoonGi & Tú «

» ️08 «

Llegaste a casa y diste un gran portazo antes de subir a tu habitación, por suerte no había nadie para llenarte de molestas preguntas.

–¿Y ahora qué? Solo han sido unos cuantos mensajes y me estoy enojando demasiado... cálmate ______, respira y cuenta hasta 10. No entiendo por qué me afecta tanto todo esto

Mientras tanto, suena tu teléfono y es otro mensaje de ese chico misterioso. Bien, ahí está ese estúpido ruido otra vez; le habías puesto un tono específico para ese "acosador".

Número desconocido
Hola :D

TN
¿Es en serio? ¿Hola? Vamos,
ya dime quién eres, estás provocándome jaquecas y no es divertido.

Número desconocido
Me voy en unos días y quería
salir contigo a dar una vuelta pero como veo que eres muy histérica,
ya no quiero nada. Eres linda por
fuera pero una fastidiosa por dentro

TN
Acabas de llamarme histérica?
¿Qué demonios sucede contigo?
Lo siento. Solo necesito saber
quién eres, me frustra no saberlo.

Número desconocido
Si quieres averiguarlo, te veo
mañana a las 5 p.m en el mismo lugar donde te conocí; afuera del estadio donde fue el concierto. Si me dejas plantado te vas a arrepentir,
adiós _______.

–¿Me está amenazando? Y además.... ¿cómo es que sabe mi nombre? Capaz y me escucho cuando me presentaba ante los chicos, eso debe ser. En ningún otro momento mencione el como me llamo

No estabas muy convencida pero decidiste ir, le comentaste a Sofía que saldrías con el chico misterioso, por si no regresabas... ya supiera por dónde empezar a buscarte.
Por alguna extraña razón estabas buscando un atuendo para verte bien, ¿acaso estás loca? No es una cita. ¿O sí?
Terminaste por elegir unos jeans flojos y una camiseta corta a rayas.

Estabas tan cansada de tanto pensar que preferiste irte temprano a la cama; 9 p.m para ser más exactos. Encima al día siguiente entrabas de nuevo a clases, así que checaste algunos mensajes y proseguiste a dormir.

*****

Cuando despiertas lo primero qué pasa por tu mente es aquel encuentro que tendrías hoy por la tarde, tenías miedo por si fuese algún secuestrador que solo te ha estado engañando pero no podías quedarte con la duda, sí, suena tonto pero así era tu actitud.

Bajas a desayunar y te encuentras con tu mamá y tu hermana que ya se te habían adelantado un poco.

–Buenos días

–Buenos días _____ –dijeron al unísono

–¿Ya viste la hora qué es? Apenas y vas a llegar a tu segunda clase ¿no dormiste bien?

–¿Es enserio? ¿Tan tarde es? –hiciste una mueca de desagrado –Nada de eso mamá, dormí súper bien, por cierto, llegare tarde.

–¿Y eso?

–Un amigo me invitó a comer y no le quiero rechazar la invitación, es muy buena onda conmigo.

Le explicabas todo a tu madre mientras tú y tu hermana se sonreían cómplices de la "estupidez" que ibas a cometer.

Cuando llegaste a la escuela le contaste todo a Katheryne y ella sólo pudo soltar lo primero que se le vino a la mente

–¡Estás loca! –negaba con la cabeza

–Cállate Kathe, en verdad me muero de la angustia.

–¿Y si te pasa algo qué? –se cruzó de brazos

–Bueno, ya le dije a Sofía donde puede empezar a buscarme –reíste torpemente

–De verdad que eres tonta pero bueno, solo espero y sea un chico de confianza.

Pasaron las horas y terminaron las clases. Eran exactamente las 3:30 y decidiste pedir un taxi, harías cerca de hora y media de camino.
Viste a Adriell a lo lejos tomando el bus para ir a su casa pero nunca te dirigió la palabra en la escuela por el tremendo escándalo que habías ido a hacer a su casa en la tarde de ayer. Te morías de la vergüenza.

En el taxi solo ibas rogando que te encontrarás con un chico guapo y muy gentil y no con alguien con facha de ratero. Y aún peor, un ratero.

Sin darte cuenta habías llegado ya, el taxi se fue rapidísimo y eran apenas 4:40. Le pagaste al chofer y enseguida te bajaste.

–Genial, ¿y ahora que voy a hacer 20 minutos?

Proseguiste a caminar, ahora que lo recuerdas, nunca mencionó en que parte del estadio se verían. Así que te quedaste parada en la misma puerta por donde entraste para la firma de autógrafos, supones que debió verte a lo lejos en esa fila.

Esperaste los 20 minutos sobrantes, más otros 10. Estabas comenzando a desesperarte.

–¿Y bien? ¿Se suponía que me iba a dejar plantada entonces?

–¿En serio creíste que haría eso?

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