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–De verdad te quiero.

Una parte de ti estaba completamente congelada pues Yoongi no era una persona que pudiese mostrar sus sentimientos tan fácil y a cualquier persona. Necesitabas ser alguien demasiado importante en su vida para que el pudiera pronunciar ese tipo de cursilerías, al menos así las denominaba.
Y la otra estaba brincoteando con el corazón latiendo fuertemente en un trampolín. Ya te había correspondido antes pero nunca de la manera que esperabas, siempre tenías la necesidad de más pero eso nunca aparecía.

Le sonreíste y de inmediato bajaste la mirada. Tus mejillas se tornaron rápidamente con un color carmesí y estabas muerta en vergüenza.
Querías, necesitabas decirle algo pero la emoción que sentías ante sus palabras iba a delatar la alegría que estabas desbordando y no querías verte obvia.
Aunque para el, esa actitud tan de niña pequeña fue suficiente para interpretar que eso había significado todo para ti.

No se contuvo ante tu comportamiento y su rostro se iluminó con una gran sonrisa que dejaba ver sus perfectos dientes y esas bellas encías rosadas. Todo en él era perfecto

–¿Vas a decir algo? –su tono se volvió grave ante su intento de ser serio

–Estás sonrojado

–Mientes

–¿Me haces daño y luego te arrepientes? –reíste

–¿De qué hablas _______? –preguntó confundido haciendo un pequeño puchero

–Ya, olvídalo, me pierdes... –dijiste colocando una mano en tu pecho fingiendo dolor

–Dramática –se cruzó de brazos –Ah, realmente te extrañaba... ¿Puedo... puedo abrazarte? –dijo cabizbajo reprimiendo una sonrisa

–Ven aquí –extendiste tus brazos para poder rodearlo

Se quedaron así unos cuantos segundos. Y a decir verdad ninguno tenía la intención de separarse, había pasado mucho tiempo desde el último abrazo que podías recordar.
Era un placer tener a Yoongi ligeramente recostado sobre tu pecho sin quitar sus manos de tu cintura, podías respirar el tenue olor de su perfume y era una sensación bastante agradable.
La habitación se volvió tan silenciosa que incluso se podían escuchar los rápidos latidos que emanaba tu corazón. Besaste su cabeza y él se aferró más a ti.

–Yoongi yo... –levantó su cabeza para mirarte

Los centímetros que los separaban eran escasos. Podían sentir su respiración uno del otro, él te miraba con los ojos tan brillantes de emoción y ternura como si ese momento no fuese real.
Como quien ve con tanto amor y deseo a una persona inalcanzable, pero esta vez era distinto porque ambos tenían ese sentimiento mutuo y estaba bien. Se sentía bien corresponder y ser correspondido.

Se acercó un poco más a ti, relamiendo sus labios ante lo que pensaba hacer. Habían pasado tantos días, tantas semanas y extrañaba poder darse el lujo de besarte sin ninguna preocupación de por medio.

Comenzó un gran beso con suavidad, no quería hacerlo crecer pues no deseaba perder el control de su cuerpo y terminar encima tuyo en una cama de hospital pero era cosa inevitable.

Ansiabas tanto volver a tener esa boquita sobre la tuya y buscabas más.
Adentraste tu lengua buscando la suya y obtuviste respuesta. Lo que el azabache evitaba estaba a punto de realizarse y luchaba con todas sus fuerzas para no tomarte y hacerte suya ahí mismo.

Adentró su mano entre las aberturas de la bata que cubría tu cuerpo y un escalofrío pasó por todo tu interior haciéndote estremecer.
Entreabriste tus ojos y notaste que Yoongi ya tenía un gran problema bajo su ropa interior. Esto era divertido y excitante

» Just a Fan •• Min YoonGi & Tú «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora