—Súbeme el zipper.—muevo mi cabello a mi hombro derecho y me quedo de espalda hacia él.
—Como usted guste mi señora.—sus manos acarician mi espalda y finalmente lo termina de subir, deja un beso en mi cuello y me da la vuelta besando mis labios.
—Eres un friki pervertido.—me toma de las manos y caminamos de nuevo hacia el enorme salón. Los invitados continúan andando de una lado hacia otro y mientras llegamos a nuestra mesa, nos observan mujeres y hombres curiosos.
—Se tomaron su tiempo...—comenta Dasha picaramente.
—Daario necesita un poco más de experiencia.—les guiño el ojo y ambas comienzan a carcajearse mientras Daario me toma del muslo apretándolo con fuerza y asiéndome reírme junto a las chicas.
El MC comienza su discurso tan aburrido...
¿En que momento pasan la comida?
— ¿En que piensas?—susurra Daario en mi oído.
—Nada.—susurro recostando mi cuerpo sobre el suyo.
Mi teléfono comienza a vibrar y lo cojo de inmediato.
— ¿Gian? No puedo ahora...—
— ¿Donde estas?—pregunta asustado.
—En el IMPO, con los inversionistas...—
—No te muevas de allí, llegarán por ti los chicos.—trato de contestar pero la comunicación se corta, al instante las puertas son abiertas mientras todos volteamos hacia la entrada. Jake, Luis, Tyron, Max, Juliana, y Andrea. Entran con las armas en las manos observando todo el lugar... ¿Que demonios están haciendo?
— ¡Las tenemos identificadas!—grita Juliana, señalando en mi dirección.
Todos corren hacia Fani y hacia mi, tomándonos de los brazos colocándonos en una posición cubierta por todos los chicos. Daario se levanta de su asiento corriendo tras nosotras pero es imposible, los chicos nos dirigen hacia la SUV y entramos acorraladas por Jake y Andrea.
— ¿Que esta pasando?—pregunta Fani.
—Las llevaremos al fuerte.— ¿Ah?
— ¿Acaso está es una mala broma de Gian? Porque no tiene la más mínima gracia...—comento asustada.
El auto derrapa en una casa de color caoba en la que nunca había estado. Somos dirigidas hacia dentro, mientras Gian nos toma en sus brazos.
— ¡Gracias a Dios están bien!—
Me encuentro completamente perdida, observo a mi alrededor y comienzo a mirar toda la casa.
— ¿Que está pasando Gian?—pregunto sin titubeos.
—Observa.—dirijo mi vista hacia un monitor que es señalado por Jake y al instante la pantalla cobra vida, mostrando coloridamente nuestra casa, espero unos segundos, cuando entonces todo se distorsiona, un tipo con un pasamontañas entra con un bate destruyendo toda la casa a su paso. Veo por el otro monitor como Nana y Cristina, corren hacia la salida de emergencia, escondida en el sótano de la casa.
— ¿Como entró?—pregunta Fani, con sus brazos alrededor de su pecho.
—No lo sabemos aún.—comenta Kassius.
— ¿Que es lo quería?—
—A ti.—