Capítulo 15

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—Necesito que vayas a la reunión en el IMPO, varios inversionistas llegarán y obviamente Muso Inc. no puede faltar.—asiento hacia Kassius, quien actualmente nos ayuda con Muso, es dueño de una constructora sumamente importante y muy influyente en Italia.

— ¿A que hora será?—observa su reloj y presiona el botón del interfono.

—Jake te llevará a casa, comenzara a las 8. No llegues tarde.—Beso su mejía y corro hacia fuera, sonriendole hacia Jake y caminando hacia el estacionamiento. Mi teléfono comienza a sonar y lo cojo. 

— ¿Que olvidaste Kai?—la línea se encuentra muerta y observo el número en la pantalla, es desconocido y el área no me es conocida. 

— ¿Hola? Hay alguien allí.—

—Vita.—la comunicación muere y un enorme escalofrió me recorre por todo el cuerpo. La voz horrorosa y poco amable me hace detenerme en el momento y observar el teléfono fijamente.  

— ¿Que pasa? ¿Olvidaste algo?—niego y lo miro asustada.

—No. Nada. Demonos prisa, si no Kai va a matarme.—

— ¡Fani!—subo corriendo hasta mi habitación frenando justo en la entrada al observar a Fani correr hacia mi. —Estas preciosa.—su pelo se encuentra en ondas que aparentan una naturalidad exquisita y un vestido verde que realza su figura. Se mira hermosa.

—Gracias.—susurra sonrojada. — ¿Te ayudo?—asiento desesperada y entramos a mi habitación. 

Después de pasar durante dos horas arreglándome, voy tarde... Como era de esperarse. 

El vestido puede parecer muy simple, pero no lo es, cada detalle debe de estar perfecto, o al menos un poco

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El vestido puede parecer muy simple, pero no lo es, cada detalle debe de estar perfecto, o al menos un poco. Es una cena muy importante por lo que me ha contado Fani, asi que tenemos que dar lo mejor. Mi pelo rubio cae por todos mis hombros en pequeñas ondas que no quieren acomodarse, como siempre, siendo rebelde...

—Estoy para morirme.—

—Lo harás bien.—suelto un suspiro y me preparo mentalmente para tal ocasión. 

Las puertas de madera son abiertas de par en par, en nuestra entrada, todas las cabezas se dirigen a nosotros y comienzo a sentirme incomoda. Mis tacones de 10 cm, me dan la confianza que me falta al pasar por varias chicas que susurran algo sobre mis curvas, siempre he sido una chica curvilinea, pero eso no me ha inmutado. Camino por todo el lugar sonriendo fingidamente hacia las personas mientras entablo conversación con otras. 

— ¡Vita!—volteo mi rostro y miro que una chica de cabello castaño corre hacia mi. ¡Joder! Correr con unos tacones de 15 cm es un don...— ¡Que alegría verte!—

—Hola Dasha, igualmente. Te presento a mi hermana, Fani.—ambas se saludan y comenzamos una normal y sincera conversación. ¡Por fin puedo hablar de verdad!

—Pense que mi loco hermano estaba contigo.—niego y entonces como si hubiera invocado al infierno...

El Diablo aparece en persona. 

Daario me toma entre sus brazos y me eleva por todo el lugar haciéndome chillar y gritar en el momento, las personas nos observan mientras que Dasha y Fani nos sonríen con ternura. ¿Que demonios? 

—Estas hermosa Bella.—

—Tu también Friki.—Me acerco a su oído y susurro seductoramente. —Verte en smoking me pone mucho.—suelta una carcajada y me toma en sus brazos pegándome a sus labios. Es extraño como alguien de quien no conoces nada, te haga sentir tan viva y con mucha paz. 

—Eres única nena.—beso sus labios y entonces una toz incomoda nos separa de nuestro burbuja. Ambos volteamos la vista y nos encontramos con Dasha y Fani observándonos.

— ¿Por que no buscan un cuarto?—comenta Fani.

— ¿Por que buscar un cuarto si tenemos un enorme hotel a nuestra disposición?—ambas se quedan con la boca abierta mientras me toma de la mano y me guía por varios pasillos hasta adentrarnos en una habitación. 

— ¿Que haces?—pregunto observando el lugar. Me toma de la cintura y me sube al escritorio tirando todo a su paso, sube mi vestido hasta mis muslos buscando mi entrada.

—Verte con este vestido me ha puesto mucho.—sonrió contra sus labios y niego.

—No robes mis lineas.—

—Voy a robarte otras cosas nena.—rompe mis bragas y entierra su mano entera en mi sexo. ¡Joder! ¡Eso duele! Muerdo su cuello ahogando un gemido enorme y comienza su tortura. 

—Quiero sentirte...—susurro poseída por un enorme placer. 

—Lo harás.—su cuerpo comienza a descender por mis piernas hasta llegar a mi sexo,  e instintivamente cierro mi piernas y este golpea mis muslos en señal de desaprobación. 

—Nunca te cierres para mi. Me perteneces.—sus manos separan mis piernas y antes que pueda discutir, su boca lame mi entrada con pasión y experiencia. Suelto un enorme gemido y al instante tapo mi boca, mordiendo mi mano. 

—Creo que debes hacer silencio nena, del otro lado están los invitados y no creo que quieras que escuchen tus gritos de placer.—vuelve a atacar y entonces me enarco sobre el escritorio, siento una enorme llamarada de placer que recorre desde la punta de mis pies hasta mi cabeza...

¡Joder! Creo que voy a morir de placer.

Dark SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora