Capitulo 29

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Me encuentro rodando por toda la habitación con un malestar que no para. 

—Creo que comí demasiado.—suelto para mi misma. Daario salio desde la mañana y esta es la hora que no lo he vuelto a ver. Mi teléfono comienza a sonar y lo cojo corriendo al escritorio. Al día siguiente Daario mando a traer uno nuevo, en compensación al mío. 

—Lamento no haber llegado a dormir...—Gian va a matarme...

— ¿Te has comportado muy mal princesa?—la voz rasposa y asquerosa vuelve a resonar en mi mente y comienza a inundarme el miedo.

— ¡Por que no me dejas en paz de una vez!—grito furiosa.

—Tengo una deuda pendiente contigo, puta. Y no me iré hasta hacértela pagar.—

— ¡Vete al séptimo circulo del infierno!—grito.  Marco el número de Chris y sincronizo las llamadas. — ¿Que quieres?—susurro en lágrimas.

—Te quiero a ti, perrita. Si no lo haces, las consecuencias serán mayores para ti.—cuelgo la llamada asustada y escucho las palabras tranquilizantes de Chris.

— Tranquila reina. Lo hiciste bien ¿de acuerdo?—asiento en silencio, mientras tomo mis cosas y bajo hacia mi auto.

— ¡Señorita Muso! ¡Señorita Muso! El señor Ivashkov ha dicho que usted no se podría marchar de aquí.—ruedo los ojos mentalmente. ¡Ahora no Daario! 

—Dile que tuve que irme Clarissa, es una emergencia. ¿de acuerdo?—arranco el auto y manejo hasta la casa de Chris. Mi teléfono suena y observo la pantalla.

Desconocido...

No deberías de haberme colgado... ¿Por que manejas tan rápido?

Suelto un grito y por el retrovisor observo cualquier señal de persecución... 

La minivan....

Vuelvo a tomar mi teléfono y marco el número de Chris, observo de nuevo al auto y comienza a agarrar más velocidad. 

— ¡Chris! ¡Bruce me esta persiguiendo!—

— ¿Que? ¿Como demonios? ¿Donde estas?—la minivan comienza a interceptarme y a bloquearme el paso en ambos carriles. 

—Para tu casa. Me esta golpeando...—Escucho las órdenes de Chris dictadas con precisión y mando, mientras trato de separarme a cualquier costa de la minivan.

— ¿A cuanto estas?—

—A unos 30 minutos. ¡Joder! Me ha dado duro...—

— ¡No cuelgues! Piensa en el caramelo de Daario. Por cierto, me ha mandado un médico, que esta para chuparse los dedos...—suelto una pequeña risa mientras trato de concentrarme en manejar y no perder el control. He dejado a la minivan a dos carros tras de mi, pero eso no le impide que tome más velocidad. 

Presiono el acelerador a tope y puedo comenzar a distinguir la casa de Chris. La minivan se coloca tras de mi y al instante que cruzo la puertas, la minivan toma un atajo y desaparece, como si de magia se tratara. Aparco el coche pero me es imposible bajarme, me siento mal y todo mi cuerpo tiembla. 

Puedo ver como Chris corre hacia mi auto, con un grupo de chicos armados, tocan la puerta pero mi mente no registra nada, sus labios se mueven pero no los escucho. La puerta es abierta y Chris me toma en los brazos entrando hacia la casa, llevándome hacia su habitación.

— ¿Reina? ¿Como te encuentras? ¿Estas herida?—niego en silencio y corro hacia el vater, con los paso de Chris tras de mi.

Las arcadas simplemente no paran y puedo sentir como las manos de Chris acarician mi espalda, y me hacen sentir sana y salva.

—Será mejor que te recuestes un rato, traeré un poco de té.—asiento mientras tomo mi teléfono para llamar a Daario. 

— ¿Que pasa nena?—creo que alguien no se ha dado cuenta...

—Nada nene. Creo que no te has dado cuenta ¿verdad?—

— ¿De que?—pregunta rápido.

—De que no estoy en tu casa. Tuve que salir de emergencia por el trabajo, pero estoy bien ¿de acuerdo?—

—No me gusta que te vayas solo así Vita. Es como si huyeras de mi.—gruñe molesto.

—No huiría de ti aunque lo quiera, ¿de acuerdo? Pero...—comento recordando el episodio. —Si algo me pasara y tengo que alejarme de ti, quiero que sepas que te quiero, siempre.—susurro, es la verdad. Se ha mentido en mi mente, en mi cuerpo, y en mi corazón. Él es parte de mi ahora. 

—No hables así nena, parece una despedida...—mi teléfono vibra y observo el mensaje en la pantalla, es una imagen... 

Abro el mensaje ignorando los gruñidos de Daario y entonces mi mundo se desvanece... 

Puedo ver una infinidad de fotos de mis hermanos, de Daario y de su hermana, de mis abuelos y de Chris. Son fotos recientes y en todas ellas me encuentro yo, remarcada por un circulo rojo y una "x". 

El mensaje no tiene remitente, pero no hace falta... 

Me esta encontrando.

De nuevo. 

Dark SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora