Capítulo 23

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—Hola novia. ¿Como estas?—

— ¿Por que eres tan cursi?—sonrió para mi adentros. 

—Esto no es nada nena.—ruedo los ojos y sigo tecleando el informe que Gian me ha solicitado para esta tarde.

— ¿Que haces extraño?—

—No mucho, tengo una reunión en 1 hora y después estoy libre. ¿Quieres comer algo?—

—Hoy no puedo, tengo mucho trabajo.— ¡No puedo creer! Nunca pensé que diría eso... 

—Entonces nos veremos en la noche.—

—No creo que pueda llegar hoy.—

—Descuida nena, encontraremos la forma.—escucho levemente el sonido de una chica indicándole que su cita ya ha llegado. —El trabajo llama nena. Te quiero.—cuelga y me quedo estática. ¿Te quiero? ¿No es muy pronto para decirlo?

En fin. 

Vuelvo a mi trabajo y mi teléfono vuelve a sonar.

— ¿Hola?—pregunto mientras observo los datos en mi agenda.

— ¿Como estas princesa?—el susurro de la voz que tanto tiempo temí, se hace realidad en mi mente y al instante vuelvo a ser esa niña indefensa... 

—Tú...Co.... ¿Como conseguiste mi número?—grito asustada.

—No te escaparás de mi tan fácilmente. Te tengo marcada...—tiro mi teléfono estrellándolo contra la pared y me quedo petrificada en mi lugar. ¿En que momento paso? Tomo mis cosas y salgo corriendo por todo el edificio con Jake y Luis tras de mi. 

—Vamos a casa por favor.—

— ¿Te encuentras bien?—pregunta cauteloso Jake.

—No, solo necesito estar en casa.—el auto arranca comenzamos nuestro viaje. 

¿Como me encontró? y lo más importante aún ¿Como esta vivo?

¡Joder! Tantos recuerdos se acomodan en mi mente, trayéndome lágrimas y tristeza. Bajo del auto corriendo hacia mi habitación y la cierro con llave, corriendo hacia la ducha. 

—No puede ser... No puedo creerlo... ¿Como me encontró?—

Después de unas horas eternas bajo la ducha, salgo y me tiro sobre mi cama observando la oscuridad de la luna. Todo estaba tan bien... Las lágrimas no paran de salir y me acuno en el rincón de cama esperando lo peor. Mis manos tiemblan y no me encuentro para nada bien, me coloco en una posición fetal con todas las sabanas sobre mi y trato de no respirar... 

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Puedo sentir como algo pesado se cierne sobre mi, pero mi subconsciencia no me permite abrir los ojos... El peso se vuelve más intenso y entonces la alerta en mi cerebro se activa. Comienzo a levantar mis extremidades y a gritar tratando de sacarme el peso de encima. Mi respiración se corta poco a poco y trato de salir de esto... 

— ¡No me toques! ¡Dejame en paz!—

—Deja de pelear...—logro zafarme y corro hacia la esquina de mi cuarto temblando y tratando de salir de esta. La sombra se cierne sobre mi y entonces las manos tocan mis mejías y acarician mis parpados cerrados. 

Abro lo ojos y me encuentro con Daario frente a mi completamente preocupado.

— ¿Que pasa nena? ¿Que tienes? Esta empapada.—comienza a tocar mi rostro y mi ropa, tratando de tranquilizarme. Parpadeo varias veces y entonces me enfoco. Lo miro y mi mundo se tranquiliza y puedo sentirme segura. 

—Daario...—suelto nerviosa.

—Si nena. Soy yo. ¿Que pasa? ¿Que tienes?—me toma en sus brazos y me lleva hacia la ducha, me desnuda poco a poco y con mucha delicadeza, entra junto a mi y me sostiene mientras lloro sin preocuparme por lo que piense. —Tranquila nena... Estoy junto a ti. Siempre.—asiento dejando que el agua caiga sobre mi, y desvanezca poco a poco mi miedo.

—Lamento lo que acabas de ver...—niega en silencio y sus manos acarician mi rostro.

— ¿Que tienes nena? ¿Por que no me lo dices?—niego y me volteo, dándole la espalda. 

—No puedo Daario. Lo lamento.—

— ¿Por que no me dejas entrar Vita?—

— ¡Por que es horroroso! ¿de acuerdo? ¡Por que estoy marcada! ¡Por que estoy dañada!—salgo de la ducha y este me toma del brazo, dándome la vuelta para quedar frente a él. 

—Tarde o temprano tendremos esa charla. Pero por el momento, quiero que olvides todo eso y te centres en mi y en ti. Únicamente. Te haré olvidar. Y recuerda, ahora eres mía y yo soy tuyo. No hay vuelta atrás.—me besa apasionadamente y me levanta sobre su cuerpo, por instinto coloco mis piernas alrededor de su cintura y comenzamos una guerra... que ambos ganaremos. 

Dark SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora