Capítulo 34

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— ¡Tienes que levantarte!—me vuelvo a tapar con las sabanas y niego con mi mano fuera de la sábana. 

— ¡Claro que si!—grita Fani, me toma del pie y comienza a jalarme hacia fuera. Finalmente bajo refunfuñando encontrándome con un camino de pétalos por toda la sala de estar... Llevo mi vista hacia la mesa, en donde se encuentra una rosa con una foto colgando. En la foto me encuentro observando hacia los chicos muy sonriente y relajada, miro la parte de atrás y en letra caligráfica se lee:

Cada vez que te veo, me veo a mi mismo, siendo una mejor version.

El camino continua y lo sigo hacia el jardín, en la mesa se encuentra otra rosa junto a otra foto. En la foto me encuentro junto a Fani riendo -por lo visto- a carcajadas. 

Cada vez que te veo sonreír, iluminas mi alrededor y mi corazón.

Sigo caminando, esta vez hacia un árbol en el centro del jardín. Esta vez la foto es de cuando era pequeña, me encuentro con las manos y el rostro llenas de tierra, mis padres se encuentran junto a mi, sembrando un pequeño árbol.

Cada vez que te veo, observo tu amor por aquellos a quien amas. 

Continuo el camino y esta vez me lleva hacia una parte del jardín donde se encuentra una especie de columpio, tomo la foto y esta vez me encuentro -en este mismo lugar- jugando a las cartas con los chicos muy concentrada.

Cada vez que te veo, puedo ver la pasión que pones en todo lo que haces...

El siguiente camino me guía hasta la piscina y bajo tomando la rosa que flota, observando la foto, me encuentro con una camisa de Daario bailando en su cuarto... 

Cada vez que te veo, me enseñas que un buen baile puedo alegrar cualquier corazón...

La siguiente foto se encuentra suspendida de una pequeña rama, en la foto me encuentro cantando con un bote de pimienta, mientras cocinaba...

Cada vez que te veo, mi corazón canta tu nombre...

El camino vuelve hacia dentro de la casa, solo que esta vez hacia la cocina... En la foto me encuentro cocinando haciendo un pequeño baile hacia Daario... 

Cada vez que te veo, tu cuerpo, tu mente y tu espíritu me envuelve, como el canto de una sirena...

Subo las gradas y en la puerta de mi habitación me encuentro otra foto, esta vez, estoy completamente dormida abrazada a Daario como un mono.

Cada vez que te veo, estas tomando una siesta...

Abro la puerta de mi habitación y me encuentro un jardín... Hay flores colgando del techo y flores a lo largo de todo el lugar, observo a todos lados y en el centro se encuentra una foto sobre el suelo, la tomo y en esta me observo abrazada de Daario dándonos un beso... 

Cada vez que te veo, mi mundo se ilumina. 

Observo hacia mi cama y se encuentra llena de fotos, que en grande forman una foto donde me encuentro riendo recostada en el sofá de Daario.

Cada vez que te veo, agradezco al cielo, por que te envió hacia mi. 

Llevo mis manos hacia mi rostro ocultándolo por tantas lágrimas que no puedo evitar... 

—Cada vez que te veo nena, se que el cielo te hizo para mi.—volteo mi rostro y me encuentro a Daario tras de mi, con un precioso traje azul marino y un enorme ramo de chocolates... ¡Joder!

— ¿Como lo hiciste?—pregunto.

—Los chicos me ayudaron...—susurra besando mis labios, se separa de mi y me entrega un sobre blanco. Lo tomo curiosa y lo abro, una última foto... 

Un anillo de diamantes... 

—Vita Muso, ¿aceptarías a este hombre que te ama incondicionalmente, en las buenas, en las malas, para toda la vida? Nena, me encantaría vivir junto a ti 24/7, quiero que cuando me levante me recibas en la sala de estar comiendo panqueques y viendo caricaturas de niños, quiero verte en las noches y hacerte mía una y otra vez, hasta que amanezca de nuevo y volvamos a repetir todo de nuevo. Quiero estar contigo en tus momentos de alegría, tristeza, de felicidad quiero estar siempre contigo. ¿Aceptarías compartir tu vida conmigo?—Daario baja la rodilla al suelo y de su pantalón saca una pequeña caja negra, con letras doradas que dice Cartier...

—Siempre...—susurro tirándome sobre él y besando sus labios, con pasión y amor... 

— ¡Felicidades!—gritan abriendo la puerta y encontrándonos tirados sobre el suelo. 

Me levanto y los tomo a todos en un enorme abrazo... ¡Joder! ¡No puedo creerlo! Aquí se encuentran todos, Dasha, los padres de Daario, sus amigos, mis hermanos, mis abuelos... ¿En que momento sucedió todo esto?

—Gracias por ser parte de mi vida.—susurro, los chicos me abrazan de nuevo y felicitan a Daario. Este me toma de la cintura  me eleva haciéndome chillar de la emoción... 

— ¿Te puedo colocar el anillo?—pregunta sonriente. 

— ¡CLARO QUE SI!—grito llevando mi mano frente a él. 

Abre la caja ay de él saca un perfecto anillo, el diamante es enormemente rosado suave, esta asegurado por pequeños diamantes blancos que parece que formaran una pequeña corona a su alrededor, las bases son de oro y estilo corazón. Lo coloca sobre mi dedo y beso sus labios de nuevo...

Me quedo observándolos a todos y trato de agarrarme de alguien o de algo... 

¿Por que todo el mundo da vueltas? 

Corro hacia el baño y evacuo completamente todo... Trato de cerrar la puerta pero Daario lo hace por mi.

—Tranquila nena. Aquí estoy, de ahora en adelante.—

Dark SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora