Mi cabeza duele como el mismo infierno y mis brazos no se mueven. Parpadeo varias veces para acostumbrarme a la enorme luz sobre mi. ¡Joder! ¿Que me paso? Finalmente puedo mover mis extremidades y restriego mis ojos levantandome de la cama observando mi alrededor.
¿Donde estoy?
Parece ser una bodega abandonada, varias cajas de cartón y de madera, se encuentran dispersas a lo largo de toda la habitación, me acerco hacia la puerta pero esta bloqueada. ¿Que demonios?
Toco los bolsos de mi pantalón buscando mi teléfono pero no esta, mi corazón se esta saliendo por mi boca y mis nervios no ayudan en nada. Me siento mareada y deshidratada.
La puerta se abre y entonces mi pesadilla regresa.
—Hola princesa.—el pánico me invade y lo primero que hago es correr hacia la cama y pegarme a la esquina.
— ¿Como me encontraste?—las lágrimas comienzan a salir y siento que voy a morir.
—Es fácil encontrarte con tu apellido.—
—Creí...Creí que estabas muerto.—susurro más para mi que para él.
—Estuve en el hospital por un tiempo, tus puñaladas fueron más un tipo de rasguño que sano muy rapidamente.—
— ¿Que quieres? Te daré todo el dinero si desapareces de mi vida para siempre.—siseo temerosa y enojada.
—No quiero tu estúpido dinero. Aunque pensándolo bien, seria una buena retribución. ¿no crees?—
—Muérete.—grito mientras me toma por los brazos y me pega a su sucio cuerpo.
—No lo haré yo nena, esa serás tú.—
Coloca de nuevo un pedazo de tela sobre mi rostro y al instante mis ojos comienzan a cerrarse, mi cuerpo se tranquiliza y el sueño me vence.
__________________________________________________
Pequeños pasos me despiertan y comienzo a parpadear observando mi alrededor, no es la misma habitación, esta es una mucho más delicada y más delicada.
—Ponte esto.—tira sobre mi cama una pequeña blusa.
—Pontelo tú.—comento enojada.
— ¡Pontelo o te lo pondré yo mismo!—grita Bruce acercándose más a mi rostro. Imaginarme sus sucias manos sobre mi me repugna, en el instante me coloco la blusa tratando de esconder mi cuerpo de él.
—Tu cuerpo ha crecido bastante. Supongo que el hacerte mujer ayudo.—
— ¡Hijo de puta!—grito molesta, recordando todo el infierno que pase.
Su mano impacta contra mi mejía y me tira sobre la cama, levanto mi rostro y lo miro con toda la furia que puedo.
—Eres una perra.—sale de la habitación y me quedo observando todo mi alrededor, espero que los chicos hayan notado mi ausencia. Si no, estoy perdida...
Trato de buscar algo que me diga donde estoy, pero en toda la habitación no encuentro una maldita cosa. Todo esta perfectamente colocado, muevo la manecilla de la puerta y esta se abre, asomo mi cabeza y puedo ver que si en la misma bodega pero esta es otro tipo de sala.
Escucho los pasos que vienen hacia aquí, así que corro hacia la cama cerrando la puerta y haciendo el menor ruido posible...
—Toma...—me entrega un enorme vaso y lo mantengo en mi mano. —Tomatelo, es agua.—ni el maldito infierno me voy a tomar eso...
—No lo voy a tomar.—niego tirando el agua al suelo.
Se acerca hacia mi y me toma de los brazos, dándome la vuelta y pegándome en la espalda. El dolor comienza a crecer y es insoportable.
— ¡Déjame!—comienzo a luchar y en un momento me acerco hacia su rostro y le planto una enorme bofetada. Tomo la pequeña ventaja para pegarle en la entrepierna y correr fuera de la habitación. Mi corazón se esta saliendo y comienzo a buscar un escondite... Camino por toda la bodega y mientras lo hago, me topo con una mochila y varias bolsas.
Registro cada una rapidamente, puesto que puedo escuchar sus gritos mencionando mi nombre.
Comida, ropa, mantas... Al fondo se encuentra una Glock y varias cintas adhesivas...
— ¡Eres una perra!—grita, puedo escucharlo cerca, asi que corro todo lo que puedo tomando el arma y corriendo hacia el exterior.
Es una zona boscosa y en completo silencio, comienzo a gritar pidiendo ayuda pero creo que es imposible, esto esta desierto... Me escondo detrás de un árbol y escucho como sus paso van volviéndose más cercanos... Observo como busca a través de los arboles mi figura pero no lo hace, esta oscureciendo y se le hará más difícil hacerlo.