Del Odio Al Amor

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  Peter: Estan trucados, están trucados esos – desesperándose –
Policía: Estos papeles no están trucados. Si no tiene los verdaderos papeles de que esa consecionaria es suya me va a tener que acompañar.
Lali: NO, esa consecionaria es de él. Le juro por dios que es de él. Este turro de Oscar, nos viene soplando la nuca buscando los papeles. Yo los voy a buscar... yo voy a buscar esos papeles.
Peter: No mi amor, escuchame...
Lali: NO... yo los voy a buscar tienen que estar.... – al borde del colapso nervioso, revolví la casa –
Peter: Mi amor – mientras los policías lo sostenían para llevárselo – SOLTAME UN MINUTO – le dijo al policía – Mi amor escuchame, vení eu, escuchame – se soltó de los policías y me agarró – Va a estar todo bien, tranquilízate. Yo voy con los señores, vos no hagas nada. Quedate acá que yo voy a volver.
Lali: No te pueden llevar Peter... esa concesionaria es tuya!
Peter: Ya se mi amor, pero tengo que probar que es mía. Yo voy a hablar con mi Papá para que se encargue de esto. Vos tranquila, no te pongas nerviosa porque te va a hacer mal. Sentate en el sillón un rato que ya vengo – me beso mientras los policías lo agarraban del brazo – Te amo...
Lali: NO MI AMOR NO...
Policía: No nos puede acompañar – agarrándome del brazo –
Peter: NO LA TOQUÉS QUE ESTA EMBARAZADA, DEJALA EN PAZ... - le dijo al tipo de traje – OSCAR DEJALA EN PAZ.

Me habían caído todas las fichas... Claro, Oscar era el de traje y había truchado todos los papeles para sacarle el negocio a Peter.. La única manera de que Peter quede libre era que Juan Pablo, el papá de Peter, aparezca mágicamente con los papeles. Lo llamé a la casa durante horas... lo llame a su celular desde el celu de Peter, llamé a los hermanos, llamé a Claudia, la mamá, pero NADA. Ninguno atendía. Fui a la comisaría y no me dejaron verlo a Peter, lo tenían interrogándolo. Llamé a Nico para que me ayude y el estaba movilizando todos sus contactos para sacarlo, pero no pudo hacer nada. La tormenta se había apoderado del cielo y la noche caía lentamente. Eran las 2 de la mañana y no sabía nada de Peter. Los papás seguían sin atender el celular. Me toqué la panza, agarré mi campera, las llaves de mi auto y me fui. Me subí al auto y empecé a manejar rumbo a Mar del Plata, a la casa de mis suegros a buscar esos papeles, esos papeles que eran el ticket para que mi novio salga de esa comisaría. Mi corazón me latía a mil. Tenía que manejar a las 2 de la mañana no se cuantas horas de viaje, SOLA, en el medio de la tormenta. No veía nada, la ruta era un asco para manejar, el auto patinaba, yo estaba totalmente cagada de miedo. Sentía que me iba a pasar algo pero tenía que seguir. Tenía que buscar esos papeles y sacarlo. No podía creer que este tipo Oscar sea tan turro. Tan mala persona se podía ser? Mientras mi novio era interceptado , interrogado y golpeado por esos tipos yo estaba en un auto, con tormenta, yendo a buscar UNOS PAPELES!!??

Después de casi 5 horas de viaje me bajé en la casa de mis suegros, me mojé toda. Toqué el timbre unas 500 veces, golpee la puerta miles de veces pero nadie salía a atender...

Lali: NOOOOOOO, nooooo porque no tienen que estar justo hoy? – me tiré al piso, en esa puerta a llorar –
Xx: LALIIII!!! – se escuchó de adentro de la casa y se escucho un ruido fuerte –

La casa estaba toda con rejas, pero el ruido fue tremendo y el grito era un grito que yo conocía muy bien. Era el grito de Bauti, como veía que nadie me abría salté las rejas y caí al patio de adelante, entre toda la lluvia no se veía nada. Tenía que buscar una manera de entrar a la casa. Cuando miré por una ventana estaban los 5 atados y 3 tipos apuntándolos con una pistola. Claro, a mi siempre me tocaban las situaciones de chorros y tiros... era lo mío. Escondida me fui hasta la parte de atrás, trepé por la pared y llegué al segundo piso de esa casa enorme, las ventanas estaban cerradas, la puerta de la terraza también. No había ningún lugar para entrar. Se me ocurrió una idea, desde ese piso tire una chapa al pasto y arriba de ella tire una piedra, lo que provocó que uno de los tipos tenga que abrir la puerta para salir. Cuando este salió le tiré una maceta en la cabeza, lo que provocó que se desmaye.  Teníamos uno menos, pero dos estaban abajo vigilando. Rompí uno de los vidrios de arriba, es decir que alguien tenía que venir a ver el techo, al cual yo estaba trepada. Mi plan no salió tan bien porque el tipo vió mi zapatilla antes de que yo termine de subir al techo, lo que provocó que él tire de esta y yo caiga nuevamente hasta la terraza, me amenazó con un arma y se quedó ahí parado. No prentendía empujarlo porque no quería matarlo pero de un empujón se cayó solo, lo que provocó que quede inconciente. Bajé las escaleras y ahí estaba el otro, volví a subir y fui a la pieza de Bauti a buscar sus cosas, un bate de béisbol era lo único que yo necesitaba. Volví a descender las escaleras y mi cuñadito le gritó para que el tipo se de vuelta mirándolo a él y quedando espaldas a mí. Fui corriendo y le pegué un palazo en la cabeza, lo único que conseguí fue que el tipo se diera vuelta y me pegue con el revolver en la cabeza, lo que me dejó sangrando y en el piso cerca de los chicos, les tiré las llaves de mi auto sin que el tipo se diera cuenta, el solo me miraba y me apuntaba. Pepo, el hermano mas grande se encargo de desatarse con uno de mis llaveros y se deslizo hasta uno de los jarrones el cual partió sobre la cabeza del tipo, que al fin, quedo totalmente planchado en el piso. Claudia: Llamen a la policía – le dijo a Tato,el otro hermano – Lali, mi amor... -tocandome la cabeza- Estas bien?

 Lali: sí Clau, no te preocupes.. 

Claudia: Que haces aca mi vida? Y Peter?