La primera noticia

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Vaya, otro día como otro cualquiera, aburrida, mirando en la pantalla de mi ordenador conciertos de Usher, mi ídolo de siempre.

Qué quereis saber de mí? Pues me llamo Sandra, que soy una chica con estatura medianamente normal, con el pelo negro, y liso. Mis ojos son marrones oscuros y tengo 18 años, y aún era virgen, perfecto vamos. Además, no tenía novio, ya que mi padre era todo posesivo.

Mis padres están separados, y me tocó vivir con el simpático y divertido, si sobre todo divertido, de mi padre... solo digo una cosa, es profesor.

Mi madre estaba casada, con un tío ingeniero, tenían una casa enorme, unos coches alucinantes, y me tocó vivir con mi padre...

Total, que mi vida no era lo más interesante y lo más divertido...

Claudia, mi mejor amiga de toda la vida, me llamó para quedar, habían quedado con Alex and company, bff, como amaba a Alex.

Hacía un mes aproximadamente que salíamos con su grupo, para mí era todo perfecto, bueno, más que perfecto.

Yo: Papá... puedo salir hoy? –Cruce mis dedos-

Mi padre: Si, quieres dinero?

Eh... Cómo? Primero era raro que me dejara salir y luego era raro que encima me diera dinero, más cuando mi padre estaba en el paro...

Yo: No hace falta papá, soy consciente de la situación, no quiero empeorarla.

Mi padre: No te preocupes cielo, hay una nueva noticia –Sonrió-

Yo: Nueva noticia?

Mi padre: Si, te lo tenía que decir, seré el nuevo profesor particular de un chico extranjero, seré su profesor de todas las materias.

Yo: En serio? Que bien papá, eso es estupendo –Dije contenta-

Mi padre: Si, pero...

Yo: Pero..?

Mi padre: Nos tenemos que ir de España...

Yo: Qué? Por qué? A dónde iremos?

Mi padre: Porque tendremos que viajar por el mundo con el chico...

Yo: No papá... no puedo dejar mis amigos así, sin más...

Mi padre: No me queda otra... llevo un año y medio en el paro, apenas nos queda dinero, y el chico este es multimillonario...

Yo: Y mis clases?

Mi padre: Yo te las daré.... Anda vete, que llegarás tarde...

Cogí mis llaves y mi móvil y me fui, estaba indignada con mi padre.

Podía no se... intentar buscar un trabajito por aquí....

Llegué al sitio donde se encontraban todos, la verdad no tenía muchas ganas de hablar con la gente, ni siquiera con Alex...

Los miré, y miré al suelo.

Clau: Tía, estas bien?

Levanté mi mirada y la miré, miré a todos aquellos que me miraba estupefactos.

Yo: Si... se me pasará.

Clau me abrazó y entramos en un bar para tomar algo.

Eran las siete de la tarde, no era hora de beber alcohol, pero era viernes, así que nos pedimos una Sandy.

Clau se puso a hacerse mimitos con su novio, y Marta estaba hablando con un chico que se había encontrado y que por lo visto conocía.

Yo tampoco tenía muchas ganas de hablar con nadie, la noticia había sido horrible...

Pero se me acercó Alex, dios, me puse nerviosa, nunca había hablado con él a solas.

Se sentó a mi lado, estábamos los dos solos en una mesa.

Se puso a milímetros de mi, me miró y me sonrió.

Alex: Te noto rara...

Yo: No... no es nada...

Alex: Eso espero, sabes? Me pareces una tía genial quieres venir a dar una vuelta?

Yo: Claro –Sonreí

Él me cogió de la mano y nos fuimos a dar una vuelta.

Luego me acompañó a mi casa y me abrazó.

Ese día, era raro, había una mezcla de sensaciones que mi cabeza no conseguía ordenar.

Al entrar en casa, mi padre estaba empaquetando las cosas.

Yo: Y esto?

Mi padre: Nos vamos mañana cariño.

Yo: Qué? Cómo? Por qué no me lo dijiste antes?

Mi padre: No quería que te pusieras mal, quería que pasaras tu último día bien con tus amigos y ese chico que te trajo a casa.

Yo: No, yo no me moveré de aquí –Grité indignada- No me vas a mover...

Mi padre: No nos queda otra...

Yo: No te queda otra a ti –le volvía a gritar- a mí sí, puedo quedarme con Abuela.

Mi padre: Eso es lo quieres? –Dijo tristemente-

Yo: Lo que no quiero es irme –Dije eso y me fui a mi habitación-

Allí me aguanté mis ganas de llorar, de que servía llorar? Nada, no sirve para nada, y si soy sincera... no lloraba desde hace 3 años que mis padres se separaron, desde entonces prometí no volver a llorar, se puede decir que la separación de mis padres fue una etapa bastante dura en mi vida que me costó mucho esfuerzo y lágrimas, tantas que no volví a llorar desde entonces, y me siento bastante orgulloso de ello, solo las pequeñas personas lloran...

Estuve mirando fotos de cuando era pequeña, salía en los brazos de mi madre, mi padre estaba a nuestro lado, esos eran bonitos recuerdos.

Seguí mirando las fotos, cada vez que iba creciendo en ellas, mi madre iba desapareciendo de las fotos, fue mi padre el cual me cuidó, aún estando en las peores situaciones.

Nos hemos llevado un mal año, ya que mi padre no consiguió trabajar, hace un mes, mi padre me contó contento que un amigo suyo le iba a conseguir un buen puesto de profesor, y por lo visto lo consiguió... sería muy injusto que después de lo que hizo mi padre por mi, ahora le diera la espalda en un momento feliz para él.

Así, tomé la decisión de viajar a donde el niño rico viajara, aunque eso me supusiera dejar todo esto...

Un cambio de 360°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora