Me hice alguna que otra foto más y entré, vi de nuevo la película, esta vez en francés y me fui a otra fiesta con tipos ricos e importantes.
Se suponía que debía ser feliz en ese momento, pero es que no dejaba de pensar en ella.
La gente me hablaba, pero no les entendía nada ya que no les echaba ni la mínima cuenta, les sonreía y respondía a todos con un “oui”.
Pattie: Será mejor que volvamos... mañana tienes que volver a las clases.
Justin: Si... con ella –sonreí-
Pattie: Cómo?
Justin: Que quiero dar ciencias...
Pattie: Ah...
Justin: Que tal... si mejor nos vamos? Eh...
Pattie: Mejor será...
Mi madre y yo no volvimos a hablar en todo el camino, ella lo había escuchado de más, aunque se hiciera la tonta...
Llegamos al hotel, estaba muerto, estaba tan cansado que caí en la cama y me dormí con la ropa puesta.
A la mañana siguiente, noté algo caer lentamente por mi cara.
Abrí mis ojos, al principio apenas veía, pero poco a poco la vi, ahí estaba ella, echándome agua con una pistolilla mientras reía divertidamente.
Justin: Mmm... Qué hora es? –Dije poniéndome las manos en los ojos-
Ella: Las nueve.
Justin: Las nueve? –Me levanté asustado- Teníamos clases a las ocho y media.
Ella: Tranquilo, mi padre tuvo que salir y damos las clases a las 11.
Justin: Ufff... y por que me levantas entonces?
Ella: Me aburría...
Justin: Ah... claro, te aburres y dices “pues vamos a levantar a Justin” no? –sonreí-
Ella: Claro –rió-
Justin: Ven anda –le abracé-
Ella: No sé... si te has dado cuenta, pero tienes el esmoquin puesto
Me separé de ella, me miré para abajo y recordé que anoche no me había puesto el pijama.
Ella: Tanto bebiste anoche como para no acordarte?
Justin: No bebí, solo que estaba cansado.
Ella: Ya... claro –rió-
Justin: Bueno... creo que tengo que cambiarme, no quiero ir tan guapo a dar clases.
Ella: Creído... que te crees que así estás guapo.
Justin: Cierto, así estoy muy guapo, guapo soy siempre –sonreí-
Ella: Creído otra vez –rió-
Justin: Si, pero a ti este creído te pone.
Ella: Creído.
Justin: Puedes dejar de llamarme creído?
Ella: Mmm, no.
Justin: Si? Pues tendré que callarte...
Ella: Sí? Pues te quedarás con las ganas –sonrió- te veo abajo en diez minutos, no tardes –me dio un pequeño beso y salió-
Dios... esta chica me mataba, era superior a mí, me tenía atrapado en sus redes de una manera brutal.
Me puse unos vaqueros, unas bambas y una camiseta y bajé rápidamente, no podía estar ni un minuto sin ella.
Ella: Guau, dos minutos antes de lo que esperaba –rió-
Justin: Es que... no puedo estar sin ti.
Ella: Oins... -me abrazó-
Justin: Son las nueve y media, damos una vuelta por París antes de dar clases?
Ella: Vale, yo había pensado lo mismo, es que Andrea y Miriam han salido.
Justin: Ah... yo que soy? segundo plato?
Ella: Eh... no... Mira! Es un cerdo que vuela!
Me quedé mirando a Sandra seriamente.
Ella: No... no... no cuela?
Negué con la cabeza.
Ella: No eres mi segundo plato... solo que...
Justin: Da igual –la interrumpí- prefiero no saberlo –sonreí-
Ella: Mejor será –rió- Bueno vamos?
Justin: Te estoy esperando.
Salimos, sin cogernos de la mano ni nada, a la calle.
Estuvimos gran parte del tiempo, en la Torre Eiffel, ella no la había visto y me resultó romántico estar por allí.
Encontramos un parque, donde no nos alcanzó las cámaras.
Allí ella se tumbó en el césped, y yo encima de ella. Comencé a besarle y acariciarle.
Justin: Resulta tan romántico, estar aquí contigo y a la vez tener la torre Eiffel tan cerca.
Ella: Tú eres tan romántico, que no me hace falta torre Eiffel para sentirme en una película.
Justin: Es... lo más bonito que me han dicho nunca.
Ella: Y no será lo último.
Me besó, ahora fue ella la que se puso encima de mí.
Puso su mano por debajo de mi camiseta, acariciando mis abdominales y haciendo que me estremeciera.
Me besaba en los labios, en el cuello, y para mi asombro... fue descendiendo hasta meterse debajo de mi camiseta y besarme cada uno de mis abdominales.
Esta sensación, hizo que mi cuerpo se adentrara en una nueva fase...
Volví a ponerme encima de ella, me quité la camiseta y ferozmente le quité también la suya.
El ambiente, se hacía notar, estábamos en un parque, algo alejado, donde no llegaban las miradas de la gente ni las cámaras. Esa sensación nos hacía perder el control y entrar en una aventura, donde solo estábamos ella y yo.
Ella me besaba, me acariciaba el pelo... como me ponía sus caricias en mi cabello.
Ella: No sé que me pasa... no tengo control –me susurró mientras acariciaba mi espalda-
Justin: Perdamos el control... la vida es una aventura.
Dije eso, nadie habló más, fue entonces cuando verdaderamente perdimos el control.
Ella me quitó los pantalones, yo le quité los suyos.
Estábamos semidesnudos, empecé a moverme de una manera algo sensual, pero es que no podía controlarlo.
Ella puso su mano sobre mi culo y me atrajo sensualmente hacia ella, estábamos en una burbuja de otro mundo, algo inexplorado para nosotros, y las ganas de explotar... eran inmensas.
Imaginarlo vosotras;)
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