Como el perro y el gato

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Enrique: Vamos, no perdamos el tiempo.
Junte mi silla al pupitre de Justin.
Vamos, lo que me faltaba, tener que compartir libro con el idiota ese, es que lo odiaba ¿vale?
Será inmaduro? Argg... lo que más me jodía es que, yo había dejado toda mi vida por ese idiota, porque mi padre le diera clases a ese niñato, y ahora él le daba igual, todo le daba igual...
Justin: Échate más para allá.
Me aparte un poco mi silla de su lado.
Justin: Más.
Me aparte un poco más.
Justin: Más ostias.
Yo: Pero que quieres? Se supone que tenemos que compartir el libro –Le grité-
Justin: No me grites gilipoyas! y Qué quiero? Perderte de vista, aún no te has dado cuenta?
Yo: Oh... dios, dios... pero tú te escuchas cuando hablas? Perderme de vista? Difícilmente lo tendrás sabes por qué? Ves a aquel señor? –Dije señalando a mi padre- Pues mi padre es él que te va a suspender, subnormal.
Justin: Que no me insultes -gritó-
Yo: Si has empezado tú –Le grité-
Mi padre intervino.
Enrique: Bueno, ya vale no? O tengo que llamar a tu madre, Justin?
Justin: Pero... Si es ella!
Enrique: Está bien, Justin hablaré con tu madre.
Yo reí.
Enrique: Y contigo hablaré luego –Me miró-
Yo: Pero... papá...
Justin rió.
Enrique: Nada de peros, ahora os sentáis juntos.
Junte mi mesa a la suya.
Mi padre empezó a leer desde su libro, Justin me hacía todo imposible, se llevaba el libro para su lado, se tumbaba encima de él, ponía sus bolígrafos por el libro, cualquier cosa para que yo no pudiera leer.
Además me empezó a meter patadas y a pisarme el pie.
Enrique: Bien, haced los ejercicios 1-2-3.
Justin sacó su cuaderno y comenzó ha hacerlos, pero a mi no me dejaba leer el enunciado.
Yo: Justin –Le susurré- Déjame leerlos.
Justin: No quiero.
Yo: Y como pretendes que haga las cosas?
Justin: No lo pretendo –Rió-
Enrique: Bueno, basta de charlas, vamos a corregir los ejercicios, a ver Justin, haz el primero.
Justin lo hizo, lo tenía perfecto.
Enrique: Sandra, el segundo.
Yo: No he podido hacerlo...
Enrique: Por qué?
Justin: Aish, esta niña es muy irresponsable Enrique, no hace nada... -Dijo con una gran sonrisa-
Le miré enfadada.
Enrique: Anda, dejemos por hoy las clases que Justin tiene entrevistas ahora.
Recogimos nuestras cosas y nos levantamos.
Enrique: Sandra, tú te esperas, tenemos que hablar.
Justin ser acercó a mi y me dijo en el oído.
Justin: Disfruta de tu castigo, zorra.
Me dio un beso en la mejilla y se fue.
Enrique: Siéntate en la silla –me senté- Qué actitud es esa? Esa es la que quieres tener?
Yo: Pero papá... ha empezado él.
Enrique: Me da igual, tienes que comportarte, tengo que conservar este trabajo, y lo sabes, además, si te cae mal Justin, no tienes porque preocuparte, dentro de poco habrá más chicos en la clase.
Yo: Qué? Quiénes?
Enrique: Justin pronto hará una gira por Europa, y vendrán más chicos de tu edad a cantar, y a ellos también le tengo que dar clases, así que seréis como unos 4 alumnos o 5.
Yo: Bueno...
Enrique: Pero eso no te quita de tu castigo, así que ya me puedes dar el móvil y el portátil.
Yo: Qué? No papá, no.
Enrique: Dámelo.
Yo: Que no, Cómo quieres que hable con Claudia?
Enrique: No hablarás, es tu castigo.
Le di mi móvil enfadada y salí del aula pegando un portazo.
Fui a mi habitación indignada, todo era por culpa de Justin, ahora... Cómo se suponía que hablaría con Clau? O mejor dicho... CON ALEX?
Mi vida había acabado, sin tener contacto con Alex todo había terminado.
Mi padre entró en mi habitación y se llevó mi portátil.
Muy bien, esto es peor que los prehistóricos, estoy incomunicada, estupendo.
Lo único que tengo es una tele, con programas en ingles que me daban igual.
Salí a la piscina, no es que me fuera a bañar, estábamos en enero, pero quise estar mirando el agua sentada en una butaca.
Definitivamente mi vida era una mierda, parecerá raro, porque millones de adolescentes querrían estar en una clase a solas con Justin Bieber, pero para mí, esto es una mierda, y él es una mierda.
Dos chicos salieron también a la piscina junto con Pattie, se sentaron cerca de mí.
1 chico: Pero Pattie, para una vez que venimos a verle... ¿tiene que estar castigado?
Pattie: Lo siento chicos, él en cuanto venga de la entrevista irá a su habitación, no saldrá de ahí hasta mañana que regresemos a Atlanta.
2 chico: Joder Pattie, llevo ahorrando un mes para pagarme el viaje...
Pattie: Yo te lo pago Ryan, pero ahora no veréis a Justin.
Ryan: Por favor, lo castigas a partir de mañana.
Pattie: No sé... no sé... -Pattie me miró- Sandra, Qué haces allí sola?
Cómo que qué hago aquí sola? Ni que tuviera amigos con los que estar...
Yo: Pues... pensando.
Pattie: Acércate.
Me levanté de la butaca y me acerqué.
Pattie: Está bien, Justin estará castigado a partir de mañana, pero con una condición, Sandra saldrá con vosotros.

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Un cambio de 360°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora