Bajé al salón y abracé a mi padre diciéndole a la vez, que iría con él, él se puso bastante contento.
Le deje un mensaje privado a Clau, explicándole porque me iba, sería duro no volverla a ver...
Y me acosté, al día siguiente sería un viaje bastante duro...
A la mañana siguiente, me desperté con ganas, desayuné y ayudé a mi padre a guardar todas las cosas en el maletero, tampoco nos llevaríamos muchas cosas, ya que tendríamos que viajar siempre, no tendríamos un lugar fijo, por ello no vendimos nuestra casa.
Guardamos las cajas más importantes y nuestras maletas, y marchamos hacia el aeropuerto.
Yo: Y como se llama el chico? –Pregunté mientras mi padre conducía
Mi padre (se llamara Enrique): No me acuerdo... era algo así de Jon o Mike...
Yo: Ah... pero es famoso o algo?
Enrique: Si, creo que me dijeron que bailaba... dicen que es un inglés muy famoso...
Yo: Pues no me suena mucho...
Enrique: Es que tú no sueles ver la tele.
Yo: Ya... será eso, y que baila?
Enrique: Flamenco supongo...
Yo: Qué? Jajaja –Empecé a reírme- Papá, en Inglaterra no se baila flamenco, ni fandango, ni sevillanas ni nada de esas cosas que te gustan –Reí-
Enrique: Niña, deja ya de preguntar cosas –Me regañó bastante colorado-
Sonreí y me puse mi iPod, el cual permanecieron conmigo incluso ya montados en el avión.
Al aterrizar en Londres, cogimos nuestras maletas y allí nos esperaba un señor.
Señor: Hola, me llamo Roger.
Yo reí al escuchar su nombre, debido a que hace una semana había leído un libro en el que el perro de un chico se llamaba Roger.
Mi padre y Roger me miraron mal.
Yo: Perdón...
Roger: Bueno, usted debe ser Enrique Sanz no?
Enrique: Si, y esta es mi hija Sandra.
Yo: Encantada, Roger –Ese nombre me seguía sonando a perro-
Roger: Yo soy el encargado del apartado de educación del chico, soy el que te contrato, me gustaría que me acompañara al hotel donde nos hospedamos y allí ya hablamos sobre el contrato y el temario elegido para su enseñanza.
Así, Roger nos llevó a un lujoso hotel, yo estaba impaciente por conocer al “supuesto bailarín de flamenco”.
Dejé mis cosas en mi habitación y encendí la televisión, todo en inglés, no se me daba mal el inglés, así que entendí todo.
Así, pasaron días y días, y yo no veía al bailarín...mi padre me decía que el chico tenía una agenda apretada, pero que lo conocería en las clases.
Llegó el día de las clases, fui al aula que mi padre había formado en el hotel, había una pizarra y dos pupitres.
Uno para mí y otro supongo que para él.
Me senté, mi padre se sentó en su mesa esperando también, estuvimos esperando durante 15 minutos, hasta que se abrió una puerta, y entró un chico delgado, de estatura normal, el cual movía su cabello, que era entre rubio y castaño.
Alzó su mirada levantando la cabeza y no, no era un bailarín, era Justin Bieber, pero tampoco me puse a gritar, ya que no era fan suya, no era nada suyo, ni fan, ni antifan, no le insultaba, pero tampoco había escuchado ninguna canción suya, y me daba exactamente igual.
Miré a mi padre.
Yo: Con que bailarín, no? –Reí-
Mi padre me sonrió.
Enrique: Hola señorito, Bieber.
Justin: Llámeme Justin, Bieber es mi padre –Dijo serio-
Justin me miró, me echó una mirada de abajo a arriba y volvió su mirada a mi padre, no estaba muy simpático el Justin este.
Enrique: Bien, empecemos por matemáticas –Mi padre daba todas las clases en ingles-
Justin: Oh, odio las matemáticas...
Mi padre ignoró el comentario y comenzó a dar clases, pero Justin empezó a hacer pompitas con un chicle, no echaba nada de cuenta...
Enrique: Justin, sal a hacer ese ejercicio...
Justin: Paso.
Yo: Perdona? Qué le has dicho?
Justin: Que paso.
Iba a responderle pero mi padre me interrumpió.
Enrique: Sandra, sal tú.
Me levanté y hice el ejercicio.
Luego mi padre dijo que tomáramos un descanso de diez minutos.
Así que fui a la cafetería a por una botella de agua, al volver, por el pasillo me choqué con alguien.
Yo: Perdón –Dije mientras levantaba la vista y vi a Justin-
Justin: A ver si miras por donde vas –Dijo de mala manera-
Este chico ya se pasaba... que fuera famoso y multimillonario no le daba derecho a hablarme así.
En ese momento vino una mujer.
XxX: Justin –Dijo bastante enfadada- Qué modales son esos?
Supuse que era su madre.
Justin: Pero si es ella la que se a chocado conmigo mamá –Dijo en su defensa-
XxX: Pero es una señorita, y ella también se ha podido hacer daño, además... me acaban de decir cual ha sido tu actitud en las clases.
Justin: Yo... eh...
XxX: Entra en tu habitación ahora mismo, tenemos que hablar.
Justin: Si es por lo de las clases, no pienso echar cuenta al viejo ese.
Mis ojos se abrieron como platos, qué le había dicho a mi padre el niñato este?
XxX: Justin –Gritó- A la habitación ahora mismo –Me miró- Perdona la actitud de Justin, soy Pattie, su madre, tu debes ser la hija de Enrique no?.
Yo: Si, soy Sandra, encantada de conocerte –Sonreí-
Justin: Encantada de conocerte –Dijo poniendo voz de chica-
No dije nada, no quería peleas, pero es que este niño me sacaba de mis casillas.
Fui al aula para seguir con las clases, las seguimos mi padre y yo, ya que Justin estaba hablando con la madre.
Pero a los veinte minutos entró Justin serio.
Se sentó sin decir nada, bastante serio.
Enrique: Sacad los libros de literatura.
Yo: Papá, yo no tengo los libros aún...
Enrique: Ponte con Justin.
Justin&Yo: Qué?
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