El labavo

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Ella se acercó a mí, rozamos nuestros labios mientras inspirábamos nuestra respiración.

Ella se mordió el labio, mientras yo me notaba tan excitado.

Acerqué su cara a la mía, volví a rozar sus labios a quien pretendía engañar? Ella me volvia loco.

La iba a besar, me acerqué aún más a ella, junte mis labios a los suyos cuando ella mordió con fuerza mi labio.

-Justin: Ah! –Grité-

Ella se apartó de mí y se levantó.

-Ella: Creías que te iba a besar? –rió- Aih Bieber, Bieber, cuanto te queda por aprender –sonrió- Bueno, ya vi que estás bien, me voy.

Abrió la puerta y se fue.

Me levanté del suelo y me senté en la cama.

Quieres guerra? La tendrás, volverás a caer en mis redes, volverás a dejar que te bese... No! Es más, me pedirás que te bese.

*Narras tu*

Bieber, qué te creías? qué te iba a besar? Pues no te queda nada...

Al día siguiente volví a ir a la playa con Bob.

Ya iba mejorando en el surf, me iba estabilizando con la tabla y me atrevía a algunas olas, pequeñas, pero me atrevía.

-Bob: Dale nena, ve a por esa ola –sonrió-

-Yo: Bfff  voy.

Me subí en la tabla y fui nadando hasta la ola, allí me puse de pie y me dejé llevar con la ola hasta caer al agua.

Me encantaba, amaba el surf.

-Bob: Atrévete a esa –gritó desde lejos-

Miré hacia atrás, era bastante grande la ola, pero me atreví a ella.

Me subí a la tabla y nadé rápidamente hasta la ola.

Allí, me subí en aquella gigantesca ola.

-Yo: oh dios! Puedo Bob, ¡PUEDO! –Grité-

Bob rió dulcemente.

Seguí con mi ola, hasta que bueno, terminé cayendo.

Al salir a la superficie, me aparté los pelos de la cara y miré a la playa... Justin.

*Narra Justin*

Sabía que Sandra estaría con el bobo, digo Bob, eso Bob, en la playa... así que le pedí a Kenny que me acompañara a pasar la mañana.

Él se fue a un chiringuito a pedir un refresco, decía que se moría de calor.

Miré al agua, allí estaba ella y su amigo, luego ella se fue a por una ola.

Era mi turno, tenía que reconquistarla.

Me quité la camiseta y los pantalones y me quedé con el bañador.

Me senté cerca de la orilla del mar, con una pierna tumbada y la otra un poco levantada.

Me puse mis gafas de sol y me eché algo de agua para refrescar mi piel, así brillaría un poco.

Noté que ella me miraba, así que me tumbé algo más, mirando el cielo.

*Narras tu*

Qué hacía Justin aquí? Bueno... eso ahora no importa, lo que importa es lo bueno que está.

Que dices Sandra, no digas tonterías... Pero es que, DIOS COMO ESTÁ!

Su cuerpo, su increíble cuerpo que estaba bronceado y mojado.

Y su postura...

Él me miró y sonrió, su sonrisa era encantadora por qué me hacía esto?

No quería acercarme a el, no quería, no quería... mierda, me estaba acercando a él.

No quería ir, pero mis pies se movían solos.

-Yo: Hola –sonreí-

Él se levantó sensualmente, pasó su mano despacio por sus abdominales y me acarició la cara.

Yo me dejé llevar, en esa caricia con su mojada mano.

Que guapo era, su cuerpo, su cara, su pelo, su sonrisa...

-Justin: Tienes sed? –Su voz sonaba tan dulce-

Sí, de tu cuerpo.

-Yo: Umm, si, algo –sonreí tímidamente-

Él llevó su mano suavemente por mi brazo, acariciándolo y haciéndome estremecer hasta el último dedo de mi pie.

Mi piel, se puso de gallina, y eso él lo notó, soltó una leve sonrisa y me cogió la mano.

-Justin: Vamos –sonrió-

Me llevó con él, hasta un chiringuito donde estaba Kenny, yo le saludé y me fui con Justin.

Él abrió la lata de coca-cola y comenzó a beber, mojó sus labios con su lengua y me miró.

-Justin: Quieres? –sonrió-

-Yo: Si –dije embobada a él-

Él se acercó y me dio la lata.

La parte superior de la lata, aún estaba húmeda de los labios de Justin.

Yo acerqué la lata a mi boca, y saboreé la coca-cola que antes había saboreado él.

Se la devolví con una sonrisa, él la cogió, pero entonces sin querer se le resbaló y se le calló en sus abdominales.

-Justin: Oh mierda!

-Yo: Ve a limpiarte.

Justin me cogió de la mano y me llevó a uno de los servicios.

Esperé fuera, mientras él se limpiaba. Pero entonces abrió su puerta, y sensualmente se quedó apoyado en ella, mientras me miraba con deseo.

-Justin: Me ayudas?

No sabía cuanto tiempo podía aguantar esto, sentía que quería devorarlo allí mismo.

-Yo: Cómo?

-Justin: Por favor...

-Yo: Vale...

Entré en el servicio, era un servicio pequeño, típicos de las playas, apenas cabía una persona ahi.

Estaba pegada a Justin, apenas cabíamos ahí, él me empezó a acariciar la espalda sensualmente, acercó su cara a mi cuello y me empezó a dar besos.

-Justin: Límpiame –me susurró en cuello-

Mi cuerpo se estremeció totalmente, estaba muy excitada.

Mojé un pañuelo con agua y lo pasé por sus abdominales, él pasó sus brazos por mis caderas.

Me elevó suavemente, se sentó en el retrete y me sentó encima de él.

Siguió dándome calurosos besos y caricias, que hacía mover mi cuerpo a mil por hora.

Con su mano, llevó mi cabeza hacia un lado, mientras me daba besos en el cuello, con la otra mano comenzó a acariciarme la barriga subiéndome la camiseta.

Me soltó la cabeza y con sus dos manos me subió la camiseta, quitándomela y tirándola por ahí.

Acercó su cara y me empezó a dar besos.

Yo solté un leve gemido, él me miró y sonrió.

Él paró y me miró sonriente.

-Yo: No pares. –cerré mis ojos y le besé-

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Un cambio de 360°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora