Porfin juntos

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Justin: Andrea, yo... TE MATO! –Gritó y comenzó a correr detrás de ella-

Tras varios minutos, Justin alcanzó a Andreaa la cual estaba agotada. Él comenzó a hacerle cosquillas y soltar alguna que otra palabrota por su boca.

-Justin: Y bueno, Cómo se llama tu hermano? –Me miró-

-Yo: Edu –sonreí- elegí yo el nombre.

-Justin: Lo elegiste tú?

-Yo: Sí, mi madre me pidió que eligiera un nombre y elegí ese. Te gusta?

-Justin: Espera, espera, espera, espera –repetía- Tu madre te pide que elijas un nombre de chico y no elijes Justin? –Gritó- Lo que me faltaba. Ahora podría ser un ejemplo para ese chico. Y vas y eliges Edu? Edu? Edu? –Gritó de nuevo-

-Yo: Justin –reí- No le voy a llamar como tú. Además... Serías a caso un buen ejemplo?

-Justin: Flipo cin lo que me quieres... –dijo con algo de tristeza-

-Yo: Flipo con lo tonto que eres-reí- Claro que te quiero, pero no pienso llamarle Justin a mi hermano.

-Justin: Justin es un nombre precioso.

-Yo: Y no lo dudo, pero me gusta más Edu.

-Justin: Sabes que? Que cada vez que vea a tu hermano, le llamaré Justin. Porque ese es el nombre que debería tener!

-Yo: Te vas a sentir tan marginado... -reí-

-Justin: Ya verás que no, vais a tener que cambiarle el nombre.

-Amdrea: Que sí Bieber, que sí. Pero nosotras queremos dormir. Adiós? –sonrió-

-Justin: Buenas noches, Andrea –sonrió y me sacó de la habitación-

-Yo: Qué haces? –Pregunté-

-Justin: Llevarte a mi habitación.

Siguió empujándome con su brazo mientras yo intentaba pararme.

-Yo: Eh! Fiera, para.

-Justin: Qué pasa?

-Yo: Me has preguntado a caso si quiero ir a tu habitación?

Justin me miró, comenzó a reírse y me cogió en brazos, llevándome así a su habitación.

-Yo: Esto es un secuestro!

-Justin: Vale –rió- Puedes decir todo lo que quieras, pero tú y yo pasaremos la noche juntos.

-Yo: Yo no quiero –me besó- pasar la noche –volvió a besarme- prefiero irme a –Pasó su manos por mi cintura y volvió a besarme-

Comenzó a darme besos apasionados. Había olvidado lo bien que este chico puede llegar a besar.

Me atrajo hacia él y me besó en el cuello. Sus labios, carnosos pero a la vez finos. Mojados pero a la vez secos. Se introducían en mi boca de una manera salvaje pero a la vez dulce.

-Yo: Dios – suspiré-

-Justin: Aún quieres irte? –sonreía mientras me besaba-

Sonreí mientras él lo hacía también. Nos tumbamos en su cama y seguimos besándonos con esa ternura que él me daba.

Sus caricias, esos besos y esos susurros casi inexistentes, hacían resaltar mi pasión.

Justin comenzó a realizar acciones más salvajes. En unos segundos quedé semidesnuda, mientras yo, también le desnudava. Le quité con rapidez su camiseta, así como sus pantalones y quedaron tirados en alguna parte de la habitación.

-Justin: Te deseo. Te deseo –me besó-

Le sonreí y me puse encima de él. Cambiamos las tuercas y ahora yo me apoderaba de la situación.

Él sonriente, me miraba deseando que lo hiciera mío.

Le quité los calzoncillos, mientras él me quitaba las braguitas. Ya desnudos, le acaricié cada parte de su cuerpo. Sintiéndolo, por fin, otra vez.

Acerqué mi cara a la suya y le besé en el cuello. Con dulzura.

-Justin: Por favor –susurró- hazlo ya.

Miré divertida a Justin, tenía los ojos cerrados. Se mordía su propio labio y sus manos tocaban mi cintura.

Me coloqué encima de él y con su ayuda, bajé.

Nos adentramos en un mundo apasionado. Un mundo salvaje, tal vez. En el que solo estábamos él y yo. Nos movíamos con fuerza, queriendo volar, gritar y saltar. Abrazándonos y sintiéndonos en sudor, mientras nos besábamos.

-Justin: No sé como he podido aguantar sin ti –gimió-

-Yo: No hables –le besé-

A medida que pasaban los minutos, nos movíamos con mayor fuerza.

-Justin: Sigue! –Gritó- No pares ahora...

Justin gemía, gritaba y hasta me arañaba. Sus ojos estaban cerrados y cuando no gritaba, mantenía su boca cerrada a medida que se mordía él solo los labios.

Sabía que Justin, tarde o temprano llegaría al orgasmo, aunque yo no era menos. Pero antes de que eso sucediera, quería hacerle inolvidable esto. Si era posible, me moví con mayor rapidez dentro de él. A una velocidad que jamás antes habíamos probado. Justin no pudo contenerse más y gritó. Gritó sin contemplaciones. Como si estuviéramos solos en el mundo. A los pocos segundos yo también llegué al orgasmo, aunque no grité.

-Justin: Dios! Pero Dónde has practicado?

-Yo: En casa de mi vecino –respondí-

A Justin se le cambió la cara, mientras yo intentaba aguantarme la risa.

-Yo: Vale –reí- Tranquilo, no me mates.

-Justin: No importa cariño –me besó-

-Yo: Por cierto... lo hemos hecho sin condon...

-Justin: Lo sé. Pero es que quiero tener un hijo –dijo serio-

Eh... Qué? Me quedé helada, mientras él soltó una gran carcajada.

-Justin: Te la debía –rió-

-Yo: Vale, si. Pero en serio, lo hicimos sin condón.

-Justin: Sandra, soy estéril –afirmó serio-

-Yo: Justin, en serio? –pregunté seria-

-Justin: No! –Rió- En serio, si te hubieras visto la cara...

Justin no dejaba de reír, mientras yo quería matarlo en aquel momento.

-Justin: En serio –volvió a reír- no te preocupes, mañana te tomas una píldora y ya está –sonrió- Buenas noches cariño –rió y me besó-

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JAJAJAJAJA mm espero que os haya gustado este capitulo...

Un cambio de 360°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora