16

5.4K 375 24
                                    


Llevamos dos días caóticos de trabajo en Nueva York, ayer pasé toda la tarde en la sesión de fotos para la presentación de la nueva colección de Hermès. Ha quedado muy bien. La verdad es que me encanta. Miranda está entusiasmada con las ideas que aporté. Cada día tengo más claro que esto es lo mío. Sawer no ha conseguido dar con el individuo que entro en casa y destrozó mi coche, eso me inquieta. Gia llama a Christian cada hora para decirle cualquier tontería. Ayer estábamos cenando en el club con Rickard y su novia Angelina y ella llamó para decirle no sé qué unos contratos y que Andrea la tiene hasta arriba de trabajo. Otra vez. Él no oculta su cansancio, esa mujer lo está exasperando, pero le consiente todo.
Intento, juro por dios que intento, no hablar ni pensar en ella, pero siempre está en medio.

Flashback.
Voy al despacho de Christian para avisarle de que el desayuno ya esta listo y lo escucho cabreado hablando por teléfono.
Está en manos libres mientras él teclea algo en su Mac.
Me quedo en la entrada paralizada al escuchar esa voz chillona y sensual que me ha llegado a molestar tanto en esta semana.

—Chris te lo digo en serio, se pasa el día fuera de aquí, hablando con sus amigas y tomando café, me deja todo el trabajo a mí y termino a las tantas.—Christian suspira pesadamente y yo pongo los ojos en blanco.

—Hablaré con ella.—dice él con voz cansada.

—Chris, he hecho una lista con algunas ideas para la gala de aniversario de Grey House.—me tenso de golpe y siento el golpe de la taza contra el escritorio.

—De eso se encarga mi mujer, ya te lo dije.—le dice el entredientes claramente enfadado.
Suspiro y entro tranquilamente. Él me mira con los ojos muy abiertos y temerosos.

—Oh, vamos, Chris, solo lo hago para ayudar, Ana no debería molestarse por un poco de ayuda.—me quedo estática al escucharla.
Me. Cago. En. Todo.

—Gia, de la gala se encarga mi mujer y si necesita ayuda, ya se la pedirá a Andrea, cómo ha hecho siempre.—ella suspira.

Ahora mismo te quiero mucho mi amor.
Respiro hondo y me acerco a mi marido y le doy un beso en los labios invadiendo su boca con mi lengua y el rápidamente me corresponde, me coge de las caderas y me sienta en su regazo mientras saboreo si boca.
Que bien sabe a menta.

—Como tú digas.—su voz ya es un sonido distorsionado mientras nosotros nos besamos.
—¿Chris? Estas hay.—me separo de él para que le conteste.

—Si, emm, estoy ocupado, Gia. Todas estas cosas hablalas con Andrea.—dice mirándome ardientemente y subiendo la mano por mi pierna hasta el dobladillo de mi camisón.

—Pero...—pulsa el botón y cuelga.
Sonríe pícaramente y se abalanza sobre mí.
Fin del Flashback.

—Ana, ha llegado esto para ti.—Magda aparece con un gran ramo de flores. Oh, vaya. Christian me mira con el ceño fruncido.

—¿No has sido tu?—le digo extrañada.

—No.—gruñe. Uy, uy, uy. Quiero picarlo con algún comentario mordaz pero me abstengo al ver su cara. Pongo los ojos en blanco. Que celoso es.
Cojo la tarjeta y la abro.

Querida Anastasia.
Ha sido un placer trabajar contigo. La directiva está encantada con el trabajo final. Eres una mujer con mucho talento y maravillosas ideas.
Esperamos volver a trabajar con Runway muy pronto.
Patrick.

Patrick Morgan, director general de Hermès. N.Y.

—Por supuesto que quiere volver a trabajar contigo.—gruñe.—Te comía con los ojos.
Pongo los ojos en blanco.

Mi gran Amor, Grey.#PremiosObsesiónGrey2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora