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Abro los ojos lentamente y parpadeo para enfocarme. ¿Que hora es? Miro el despertador. Las 5:58. Christian está abrazado a mí con las piernas y los brazos.
Maldición.
Joder, joder.
¿Que he hecho?
Me he acostado con él y tiene novia.
Suspiro.
Pero me dijo que me amaba. Me hizo el amor con mucho cariño.
Niego exasperante.
Me deshago de su abrazo y salgo de la cama sin despertarle.
Una sensación de vacío y tristeza se instala en mi pecho.
No debí hacerlo. No debí hacerlo.
Voy repitiendo mi mantra mientras entro en el salón de la suite y me siento en el sofá hecha una bolita.
Ni siquiera sé que tipo de relación teníamos.
Sé que siento cosas muy fuertes por él. No dudo que estuviera enamorada de él. Que lo amara. Mi cuerpo me lo grita cuando él esta cerca. Pero mi cabeza está echa un lío entre quien creo que soy y quien dicen que soy en realidad.
Suspiro.
Unos fuertes brazos me rodean sobresaltandome.

—Tranquila, nena.—susurra en mi oído y mi vientre se contrae deliciosamente.
¿Es que no puedo resistirme a él?
—Llevaba mucho tiempo queriendo despertarme contigo y el primer día ya me quitas ese deseo.—ronea en mi cuello dejando suaves besos.
Oh. Es la tentación personificada.
Me gira entre sus brazos y me sube a horcajadas en su regazo abrazándome muy fuerte.
—Te he echado tanto de menos.—sus palabras me derriten. ¿Pero...serán verdad? Subo las manos por su pecho notando sus pectorales duros.
Uau. Está en buena forma.
Se separa un poco de mí y me mira. Su mirada turbia pasa rápidamente a alarmada.
—¿Que ocurre?—pregunta con calma aunque creo que está de todo menos calmado.—Habla conmigo, nena. Dime que te preocupa.—me abrazo el cuerpo con mis brazos y miro hacía el lado.—Ana, dímelo.—¿como? Vamos Ana no te rajes. Dile lo que sientes por él.
Respiro hondo y le rodeo el cuello con las manos. Su tacto me gusta. Me relaja. Sus ojos están muy abiertos. Expectantes.

—Pues que...—el sonido de la puerta me sobresalta y Christian gruñe.

—Dime.—me insiste pero vuelven a pegar con más energía. Él suspira y fulmina la puerta.
—Dame un minuto para patearle el culo al imbécil que nos interrumpe y enseguida estoy contigo, cariño.—me río un poco y él besa con suavidad mis labios, se levanta conmigo en brazos y me deja con suavidad en el suelo. Me da otro beso tierno y se gira para abrir la puerta principal.
Respiro hondo y me acurruco otra vez hecha una bolita abrazando un cojín.
Tengo que hablar con él de nuestro matrimonio. Quiero saber más de la chica que era antes de que pasara todo esto.
Pienso en mamá y me entristezco.
¿Podré hablar con ella? Me gustaría que ella me explique que es todo esto.¿Porqué me ha echo algo tan cruel? Si está enferma quiero ayudarla y que se cure.
Suspiro.
Christian entra masajeandose el pelo. Solo lleva el pantalón del pijama que le cuelga de una manera muy sexy. Me encantaría meter los dedos por el elástico.
Me regañó mentalmente por mis lívidos pensamientos. Acabas de conocerlo. No.
Mi mente puede que no lo recuerde pero mi cuerpo sabe perfectamente quien es él.
Además es mi marido. Nada más pensarlo me sonrojo.

—Perdóname, nena. Es mi madre está muy preocupada y no la había llamado para decirle que estamos bien.—asiento sin saber muy bien que decir.

—Christian, ¿cuándo podré ver a mi madre? ¿Y sobre que la acusan?—se remueve incómodo.

—Pasadas veinticuatro horas se abre el horario de visitas. La acusan de secuestro, falsificación de documentos nacionales, negligencia médica y obstrucción a la justicia.—que de cargos.
—Vamos a hacer todo lo posible por ella pero con la condición que cuando salga de la carcel será ingresada en un psiquiátrico hasta su total recuperación.—coge mi mano y la aprieta acariciando mis nudillos con ternura.

—Estoy de acuerdo. Si está enferma deberá tratarse.—digo con tristeza.

—Así es.—me atrae a él y me besa la cabeza hundiendo la nariz en mi pelo.—Cariño, tengo una reunión de trabajo por Skipe. Te importa si te dejo sola una hora.—dice levantando un dedo con cara de niño bueno y haciendo un bonito puchero. Este hombre todo lo tiene bonito. Me río.

Mi gran Amor, Grey.#PremiosObsesiónGrey2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora